La importancia de las alianzas políticas

La importancia de las alianzas políticas

VIRGILIO ALVAREZ BONILLA
En el mundo moderno de hoy, donde las circunstancias son tan cambiantes, y todo está o tiende a estar globalizado, la política no escapa a estos cambios en ocasiones relampagueantes. Sólo cuando en nuestro sistema político han prevalecido aspectos muy particulares, uno de los partidos del mismo, ha podido alcanzar el éxito electoral sin la ayuda de alianzas que determinen la confluencia del electorado mayoritario en su favor.. Las últimas dos elecciones generales celebradas en nuestro país, son un ejemplo fehaciente de la importancia de realizar alianzas electorales.

El frente amplio que se forjó como alianza electoral, en respaldo de la candidatura del doctor Leonel Fernández en las pasadas elecciones del 2004, contribuyó al apabullante triunfo del candidato del PLD y a la conformación de un gobierno participativo donde están representados prominentes figuras de los partidos emergentes y grupos electorales que hicieron causa común con el programa de un gobierno dedicado al impulso del desarrollo nacional.

La conformación programática del PLD, con sus aliados no terminó con el resultado electoral del 2004, ni tampoco sugiere necesariamente un compromiso de posiciones públicas, va mucho más allá que todo eso.  Los partidos y agrupaciones aliadas al oficialismo son compromisarios de una carta de intención para la conformación de un programa de gobierno sostenido, que procure la estabilidad económica, el rescate de nuestras instituciones y la credibilidad del Estado. Un programa que impulse el desarrollo nacional con reglas de juego claras , que invite a los inversionistas nativos y extranjeros a realizar sus inversiones sin temor a  exposiciones pecaminosas. Una programática seria, que pueda combatir la pobreza con acciones de verdadero alcance social, sin demagogias baratas y sin traumáticos y bochornosos  planeamientos de macabros grupos de vacuas asociados.

En poco más de un año de gobierno, el presidente Fernández ha cumplido con cabalidad las principales metas concebidas, esto pese a las enormes trabas que imponen las situaciones foráneas. Es claro que el actual gobierno pudo hacer mucho más de lo que ha realizado hasta el momento, de ser otras las circunstancias que rigen la economía mundial. La República Dominicana por desgracia es un país cuya economía depende casi en su totalidad del petróleo, por demás con un grave problema en el suministro de energía, que impide de manera sustancial el desarrollo normal de las actividades económicas, y por ende un crecimiento sostenido. Pero el esfuerzo del actual gobierno en ese sentido se siente, los acuerdos petroleros, la búsqueda de alternativas energéticas y los planes de ahorro y consumo de electricidad y combustibles están poco a poco dando los resultados apetecibles. La lucha contra la delincuencia y la garantía de la seguridad pública es otro de los aspectos que el gobierno del presidente Fernández tiene en su agenda de prioridades.

No es fácil luchar contra un flagelo tan poderoso como el narcotráfico y el consumo de sustancias ilegales, que a nuestro juicio conforma la mayor incidencia de nuestra delincuencia. Tampoco es tan fácil mantener el orden público dentro de un esquema de democracia y respeto absolutote los derechos humanos, que al decir verdad en ocasiones impiden el uso de la fuerza publica como demandan las circunstancias. Con todo los escollos que en este

aspecto se tienen, es justo reconocer que los esfuerzos realizados por el gobierno en este sentido también han dado sus frutos, hoy día se nota una mejoría en este aspecto, aunque ésta no sea a la que aspira la ciudadanía en general.

En una frase reiterada, la que reza que la política se nutre de realidades, por eso son tan importantes las realizaciones de un gobierno, nuestro país, carente de muchas cosas, sólo reconoce aquellas realizaciones que se pueden sentir, que se dejan ver, pero cuando se está en el gobierno afloran como por encanto todos los problemas de la Nación, grades o pequeños, pero importantes todos a la luz de la ciudadanía.  El gobierno receptor principal de las calamidades ciudadanas de ninguna manera se muestra indolente a los reclamos, su mejor deseo es hacer obras y realizaciones que complazcan a la mayoría del pueblo,`por desgracia no siempre se pueden hacer las cosas o no siempre le dejan hacer las cosas. De allí la importancia de que el país tenga un Congreso equilibrado, participativo capaz de análisis conscientes, que aunque estén salpicados de sus gotas políticas mire principalmente el interés de la Nación y deje al lado las burdas apetencias personales. Las alianzas electorales deben en ese aspecto producir los resultados que la ciudadanía en general busca ansiosamente. En el caso del PLD, éstas revestirán una mayor importancia en el futuro próximo, cuando el país se lance a la renovación del Congreso Nacional y de las autoridades municipales. De la escogencia de los hombres que representaran la boleta del oficialismo y sus aliados dependerá la suerte de lo que pueda realizar el gobierno antes de concluir este cuatreño.

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