La importancia de las encuestas

La importancia de las encuestas

En ipoca de elecciones como la que actualmente atravesamos, una de las informaciones que más se cotiza en el pueblo es el resultado de las encuestas políticas. En este tiempo de la revolución cibernética e informática, las encuestas políticas han venido a ocupar una posición predominante determinante a veces en la vida cotidiana de nuestros pueblos.

En la mayoría de los países desarrollados, las investigaciones de opinión por muestreo se llevan a cabo en forma rigurosa científica, para diversos objetivos que tiene que ver con propósitos de política pública, de economía o de negocios. Las realizan empresas muy sólidas, independientes, algunas muy antiguas que trabajan siguiendo estricto canones y métodos dictados por la teoría estadística, la psicología social, la informática y otras disciplinas sociales y exactas. De su trabajo y seriedad depende su credibilidad. Las encuestas configuran una actividad de carácter elevadamente interdisciplinario, y siempre son dirigidas por profesionales y tecnólogos con maestría o doctorado.

Para hacer una encuesta bien hecha, se necesita, entre otras cosas:

Una muestra de población que sea cuidadosamente representativa de la misma, seleccionada conforme a algunas de las técnicas de muestreo probable que garantice una composición perfectamente aleatoria.

Unos objetivos e hipótesis de investigación estrictamente definidos, que a su vez permitan el diseño y construcción de un instrumento de recolección (cuestionario) que sea a la vez objetivo, no sesgado, operativo y eficiente. Este instrumento debe ser testado para la validación previa de una serie de pruebas muy exigentes.

Una organización de campo (coordinadores, encuestadores y supervisores), suficientemente calificada, entrenada y controlada como para levantar la información de la muestra en impecables condiciones de veracidad, exactitud y confiabilidad.

Lamentablemente, a veces, en los países en vías de desarrollo las encuestas suelen ser un poco diferentes. Adolecen a menudo de serias deficiencias técnicas y técnicas. Tanto en el muestreo, como en el cuestionario, en las propias entrevistas, en el procesamiento posterior de la información y sobre todo en la interpretación de sus resultados liase manipulación sirven a propósitos subalternos en el combate político.

Las encuestas políticas, realizadas seria y científicamente, deberían servir como termómetro a los candidatos o partidos políticos para analizar sus puntos débiles, las zonas y/o regiones donde su popularidad se encuentra poco favorecida, para así cambiar sus estrategias y remediar sus puntos mas frágiles. Nunca para tergiversar la realidad de sus resultados. Ello sería, mas que querer engañar a otros, engañarse a sí mismo.

Resulta un crimen contra el pueblo cuando frente a la realidad de resultados emanados de encuestas serias realizadas por firmas confiables, se las quiera enfrentar con encuestas amañadas, sin ningún sentido ni basamento científico.

El «encuestador» (con comillas), el que manipula los resultados de las encuestas en favor de intereses personales y subalternos engañando al pueblo, actúa como un delincuente y como tal debe ser juzgado, repudiado y condenado.

Aquellos que hemos estado de alguna manera vinculados al proceso y conclusiones de encuestas, sabemos del trabajo complicado que ello significa.

Las encuestas son una cosa muy seria. De ellas, cuando amañadas, pueden derivar catastróficas soluciones.

Contribuyamos todos en la búsqueda de soluciones, no a la final destrucción de nuestra existencia.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas