La importancia de terminar bien

La importancia de terminar bien

Teófilo Quico Tabar

Siempre se ha dicho que es importante comenzar las cosas bien, pero sobre todo terminarlas bien. Porque una buena parte de los humanos tienen la tendencia a recordar o tomar en cuenta lo último que se hace. En cualquier actividad.
Desde pequeño aprendí una narrativa muy particular. De la que algunos detalles no están en la Biblia, pero la he tomado muy en cuenta por su mensaje. Es con relación a lo que aconteció en Caná. Aquel lugar de Galilea donde Jesús realizó lo que se conoce como su primer milagro. El de convertir agua en vino.
Según esa narrativa proveniente de Nazaret, que pertenece a Galilea, de donde salió una parte de mi familia, el día de las bodas, repito según dicha narrativa, al congregarse más personas de las que esperaban, aunque era una norma invitar mucha gente, en la cual por supuesto estaba invitada la Virgen María, que era pariente de ellos, asistió Jesús. Un joven que ya se proyectaba como talentoso, quien también llevó algunos amigos o discípulos a dichas bodas.
Lo que ocurrió, está escrito en la Sagrada Biblia, Juan 2:1-11, pero según esa narrativa, que no contradice en absoluto la Santa Palabra, la prima le dijo a María, que el vino se había acabado. Dejando entrever que la fiesta terminaría mal, y que su hijo podría ayudarla a resolver esa situación.
Es entonces cuando la Virgen le pidió a su hijo Jesús que la ayude. Y al él decirle que no había llegado su hora, la Virgen le replicó que mucha gente había asistido por su presencia. Y no podían permitir que la fiesta terminara mal. Y se realizó el milagro.
Pero independientemente de las pequeñas diferencias entre la Palabra escrita y la narrativa no escrita, lo importante es que Jesús enseñó, que todo debe terminar bien. Fue su primer ejemplo. Y el hijo de Dos no hacía nada de manera fortuita.
Terminar bien las cosas que probablemente comienzan con buenas intenciones, porque si terminan mal, la gente no recordará mucho el principio, sino el final. Por eso es necesario poner tanta atención a cómo termina cada proyecto. Individual o colectivo. Comenzarlos y tratar de terminarlos bien.
Esa enseñanza va dirigida a todos y en todas las actividades. Porque Dios lo ve todo. Las personales, familiares, privadas y públicas. Pero sobre todo las que están a la vista de los demás. Las que dependen de la valoración de quienes las observan.
Es por eso que las organizaciones o entidades cuyas autoridades dependen de quienes les dan su apoyo, deben y tienen que ser cuidadosos en su comportamiento. En sus conductas. Sus acciones. Hacer esfuerzos para que la gente las valore positivamente. Para que al finalizar las acciones o actividades, los demás no tengan oportunidades o motivos para reprocharlas. Además, un buen final abre las puertas a las posibilidades de iniciar próximos proyectos.
Hay que ponerle suma atención a lo que realiza cada quien según sus responsabilidades. Pero también a las acciones de los que dependen de ellos. De principio al fin. tabasa1@hotmail.com

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