Un chequeo temprano puede evitar problemas que de no ser tratados a tiempo podrían convertirse en graves trastornos de la visión.
Hay señales claras que indican cuándo un niño está teniendo problemas visuales, aunque hay otras condiciones que no necesariamente se pueden notar a simple vista.
La doctora Yesenia Matos Báez, cirujana oftalmóloga importantiza el tema y afirma que es importante que los niños sean sometidos a chequeos de la vista no necesariamente porque den indicios de problemas, sino porque la prevención siempre será la mejor arma para garantizar la salud en todo el sentido de la palabra.
La profesional, con subespecialidad en estrabología y oftalmología infantil, baja visión y estimulación visual para niños, explica que inmediatamente vemos a un niño con dificultad para ver claramente lo que escribe su profesora en la pizarra, hay que llevarlo al especialista. Lo más probable es que ese niño tenga algún defecto refractivo, ya que si los demás pueden ver la pizarra sin problemas, también este debería poder hacerlo.
Añade que en este tipo de caso, lo más probable es que se trate de un defecto refractivo cómo miopía, astigmatismo o hipermetropía, aunque también puede tratarse de alguna otra causa que debe de ser determinada por el oftalmólogo.
Sostiene que los defectos refractivos se corrigen con lentes, los que en algunos casos desaparecen pero también podrían aumentar hasta la adultez.
Dijo que las causas que producen estos defectos refractivos son causados por la luz que no se refleja correctamente en la retina.