La importancia del soporte vital básico: sus recomendaciones

La importancia del soporte vital básico:   sus recomendaciones

Emergenciólogo del Departamento de Emergencias del HGPS

Aun con los avances en el cuidado cardiovascular de emergencias para mejorar la sobrevivida a un arresto cardíaco, este continúa siendo una causa de muerte preponderante en muchas partes del mundo, incluyendo República Dominicana.

Cerca de 383 000 arrestos cardíacos ocurren fuera de los hospitales cada año, y según las estadísticas de la American Heart Association el 88 % de estos casos ocurren en la casa. Muchas de las víctimas aparentan ser saludables, sin enfermedad cardíaca conocida u otro factor de riesgo.

El soporte vital básico (RCP), hoy por hoy, continúa siendo una de las habilidades y competencias que todo profesional de la salud debería poseer desde muy temprano en su carrera, debido a que esta es la única maniobra para arresto cardíaco que se mantiene constante, a pesar de lo avanzado de la tecnología del centro donde se esté atendiendo al paciente. Es por esto que se constituye en una de las competencias núcleo de todo profesional de la salud.

Las campañas internacionales tienen la mira puesta en hacer que esta competencia sea extensiva a todo ciudadano (profesional o no) que esté en disposición de aprenderla por lo que, más allá del médico, podemos afirmar que el RCP es una herramienta universal.

El RCP tuvo sus inicios a principios de los años sesenta, cuando el doctor Peter Safar describe la técnica secuencial de la RCP (o reanimación cardiopulmonar). En 1966, la Academia Nacional de las Ciencias y el Consejo Nacional de la Investigación de Estados Unidos realizan la primera conferencia sobre RCP, sentando bases para la protocolización de la reanimación cardiopulmonar y estableciendo la necesidad de generalizar el entrenamiento del personal sanitario en las técnicas de reanimación. Esto es protocolizado por Safar dos años después, y asumido por la Academia Americana del Corazón (AHA). Luego, en 1992, por el Consejo Europeo de Resucitación, se le cambia el nombre al que conocemos hoy como “soporte básico de vida”.

Luego de lo anteriormente expuesto, debemos hacer la diferencia entre arresto cardíaco e infarto cardíaco. El arresto cardíaco ocurre cuando los impulsos eléctricos en el corazón se vuelven rápidos o caóticos, lo que ocasiona que el corazón deje de latir súbitamente. Mientras que el infarto cardíaco ocurre cuando el flujo de sangre hacia una parte del músculo cardíaco se bloquea. El infarto, puede ocasionar un arresto cardíaco.

Para reconocer el arresto cardíaco, debemos de verificar dos cosas; ausencia de pulso, y de respiración. Para aquellas personas sin entrenamiento médico, esto lo pueden lograr al verificar que la víctima no tiene ningún signo de vida: no se mueve, no respira, o respira muy lento y de forma agónica.

La RCP consiste en intervenciones físicas para crear circulación artificial, aplicando presión rítmica sobre el pecho del paciente, para que el corazón bombee la sangre de forma manual (compresiones torácicas), y por lo general implica también que el rescatador introduzca oxígeno en el paciente, aplicando respiración boca a boca o utilizando algún dispositivo para administrar aire a los pulmones y pasar el oxígeno a la sangre. Esto se llama, respiración artificial.

 

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