La imposibilidad espiritual actual

La imposibilidad espiritual actual

Es extremadamente difícil llegar a la dimensión del altruismo incondicional y del amor incondicional, que han pasado todas las pruebas, todas las crisis y todas las tormentas, si no se tiene la consistencia espiritual. Asistir a cada etapa de la vida, y vivirla de forma militante, para asumir conciencia en cada paso que damos, en cada amor que asumimos o en cada lugar que socializamos, dejamos constancia de dar lo mejor de sí.

El mundo dejó de ser Bipolar, colgó los hábitos ideológicos. La utopía dejó de ser un motivo de existencia para un colectivo que la respiraba a todo pulmón. Los paradigmas, se dejó de creer y se le dejó en cuidado intensivo, sin oxígeno y sin sangre fresca, para que muriera lentamente. El método dejó de tener vigencia con la llegada de la cultura de la prisa. La vieja y constante estrategia que posicionaba la razón de existencia de una causa, junto a su prima hermana la táctica, se desgastaron tanto que, fueron sustituidas por el posicionamiento del mercado.

La vida se ha vuelto tan liviana, que en Suiza se asiste al “turismo del suicidio asistido”, dado que allí la eutanasia y el derecho a disponer de su vida están permitidos, 269 van en los primeros años. Para legitimizar su motivo de muerte, expresan la Inconformidad de una enfermedad crónica no transmisible: Demencia, Párkinson, Enfermedades Neurológicas degenerativas etc. Pero en el fondo, se trata de la soledad; de aquella agonía de la ausencia de afecto, de ternura, del apego y de falta del sentido de Pertenecia. La lucha ya no tiene sentido. El pragmatismo le dio la última estocada mortal, dicen los pesimistas desinformados; debido a que los optimistas informados han puesto los hábitos en el mercado. El mercado ha puesto de rodilla al Occidente y al Oriente. No es la guerra; es el negocio de las armas. No son las crisis provocadas; son las creadas para luego prestar dinero, y poner las condiciones.

El hombre actual no es ignorante; tiene conciencia de la crisis, del desamor y de su falta de voluntad. Pero el problema radica en su Imposibilidad es espiritual. Es aquí la vieja y nueva lucha; sostener el sentido de vida, mantener la razón existencial, y alcanzar la trascendencia, apoyado en las razones Incondicionales de hacer lo correcto, dar lo mejor de sí y aplegarse a una vida de dimensión humana. El mercado, la cultura de la prisa, el hedonismo, el relativismo ético y el pragmatismo social, han Imposibilitado la Inteligencia espiritual en el hombre actual. La Imposibilidad le ha dejado una razón de existir: La vida mediática y la agonía a perder lo placereado.

La Inteligencia emocional y espiritual, son las dos respuestas para alcanzar la posibilidad de vivir para el bienestar, la felicidad, la paz y la equidad, de un mundo y de una sociedad que se niega vivir para los demás. Si los demás dejan de ser los nuestros y, los nuestros pasan a ser los demás, entonces, hemos perdido la batalla. Literalmente, hay que volver a la posibilidad espiritual del hombre actual, para alcanzar razones colectivas de existencia digna, de trabajo decente, de equidad de género, de justicia social y de esquemas de desarrollo que sean inclusivos y de cohesión social, pero sobre todo donde las personas alcancen la posibilidad espiritual.

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