La incontinencia urinaria también afecta a los hombres

La incontinencia urinaria también afecta a los hombres

Se tiene la creencia de que la incontinencia urinaria es sólo una afección de  las mujeres, pero también afecta a los hombres. Es definida como la pérdida involuntaria de orina a través de la uretra.

Prevalece en la población  masculina mayor de 65 años y los casos aumentan de forma  considerable con la edad debido a una larga lista de factores. Y como se explica en la revista digital Palabras Mayores, los cambios fisiológicos en la vejiga y en la uretra a medida que pasan los años, asociados a otras causas, como alteraciones en la  próstata y sus tratamientos, son los más frecuentes.  

Esta pérdida se debe a un debilitamiento del suelo pélvico,  que en muchos casos sobreviene después de una operación de próstata. Hasta el 30% de los pacientes a los que se les ha realizado una operación de próstata sufren algún grado de incontinencia.   Es uno de los síntomas del prostatismo o aumento de tamaño de la próstata, que se produce por el desequilibrio hormonal que ocurre después de los 50 años.

Consecuencias.   Desde el punto de vista social, esta afección  constituye un gran  inconveniente; afecta a la calidad de vida y trae consigo problemas de higiene, favoreciendo así las infecciones urinarias. Muchos hombres dejan de realizar algunas de sus actividades habituales y  están pendientes de localizar el baño más cercano y se preocupan por el olor o por las manchas en la ropa.

Pero cambiar de estilo de vida y  tener una protección adecuada, permite  realizar  ejercicios y llevar a cabo sus actividades diarias con tranquilidad y confianza.  Actualmente existen absorbentes específicos para el varón que están diseñados anatómicamente para adaptarse a la forma del cuerpo masculino.

Generalmente los profesionales sanitarios suelen seguir los métodos menos invasivos para mejorar los inconvenientes de la incontinencia, como, por ejemplo,  ejercicios de fisioterapia y tratamientos médicos. Pero cuando estos recursos no dan resultado, el especialista se plantea si es necesario aplicar un tratamiento más invasivo, como medicación o cirugía.

Ejercicios de Kegel.   El propósito de los ejercicios de Kegel, recomendados para ambos sexos, es fortalecer los músculos de la zona pélvica y mejorar la función del esfínter uretral o rectal e, incluso, las relaciones sexuales.  Lo primero  es localizar los músculos correctos. Para ello, hay que imaginar que se quiere evitar expulsar un gas y tener consciencia de los músculos que se aprietan: estos son los correctos para realizar los ejercicios pélvicos.

Otros factores

Existen además otras circunstancias que favorecen su desarrollo, como accidentes cardiovasculares, demencia, enfermedad de Parkinson, esclerosis múltiple, cáncer  de vejiga, como la obesidad, la tensión alta, el aumento del azúcar en la sangre y la alteración de las grasas en la sangre.

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