La industria de la difamación en la RD

La industria de la difamación en la RD

Si los verdaderos sectores industriales que gravitan en la economía dominicana modelaran la misma tasa de crecimiento que presenta la industria de la difamación en nuestro país, sin duda alguna que República Dominicana pronto se convertiría en una potencia mundial capaz de competir con Taiwán, Israel, Corea del Sur, entre otras.

La posesión de la razón nada tiene que ver con abolengos, títulos nobiliarios y ni siquiera con influencias socio-mediáticas.

Tener la razón, al igual que ser portador de la verdad, nos hace mayoría aunque nuestra única compañía sea la satisfacción de estar en lo correcto.

Recientemente la empresa Depomax a través de sus abogados, depositó ante la Dirección de Prevención de la Corrupción Administrativa una denuncia cantinflesca, carente de fundamento y plagada de sentimientos propios de las almas orcopolitas, en contra de la directora de compras y contrataciones del Ministerio de Salud Pública, Lic. Maritza Suriel, funcionaria ésta que le ha ahorrado al Estado dominicano más de mil 500 millones de pesos en tan solo doce meses de gestión.

En las nauseabundas aguas del océano de mentiras y falsedades que constituye la referida denuncia, se señala que la empresa Electromuebles Tony vendió al Ministerio de Salud cinco mil colchones y cinco mil cilindros de gas, y que además dicha compra se realizó grado a grado. Sin embargo, los mencionados artículos fueron comprados a las empresas Distribuidoras Cruz Díaz, srl y Food Trading Company Dominicana, S. A., luego de un proceso de comparación de precios y amparados legalmente en el Decreto 619-12 que liberó a varias instituciones del procedimiento ordinario para compras y contrataciones debido a las emergencias en el 2012.

Así como una casa edificada sobre la arena no prevalecerá, se puede asegurar que este esperpento no prosperará.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas