La industria del crecimiento: en
busca de la Fuente de la Juventud

La industria del crecimiento: en<br/>busca de la Fuente de la Juventud

El envejecimiento no es un cambio bien recibido. Hay pocas compensaciones a la pérdida de la fuerza, una apariencia juvenil, salud y deseo sexual, y la confianza en uno mismo que trae envejecer. Y por eso es predecible que las personas busquen métodos para desacelerar el proceso o darle un vuelco total. Uno de esos «métodos», que ha ganando una relativa popularidad, es la hormona del crecimiento humano (OC). 

Las hormonas son reguladores potentes y orquestadores de nuestros cuerpos y comportamiento. Los niveles de varias hormonas varían durante nuestros ciclos de vida. La HC, también conocida como somatropina, es un ejemplo. Esta hormona tan importante, producida por la glándula pituitaria en el cerebro, controla el crecimiento y el desarrollo desde la infancia, durante la adolescencia y empieza a declinar alrededor de los 20 años. 

Algunos niños con enfermedad pituitaria pueden tener deficiencias de HC., y por eso no se desarrollan adecuadamente. Pueden presentar cambios similares al envejecimiento, incluyendo la pérdida de masa muscular. Dósis por prescripción de HC inyectables están aprobadas para su uso -y son muy útiles- para esos niños. Pero que sea normal que las personas mayores tengan niveles más bajos de HC, y que se las inyecten con esta hormona con la esperanza de mantenerse jóvenes, es otro asunto, totalmente.

Recientemente, los científicos interesados en el proceso de envejecer han empezado a estudiar la OC, y en 1990, un estudio reducido con hombres viejos, publicado en el New England Journal of Medicine, mostró que altas dósis de OC inyectada podría reducir la grasa corporal e incrementar algo la masa muscular. El tratamiento pareció mejorar ligeramente el grosor de la piel y la densidad ósea. Este informe dió lugar a toda una industria. Clínicas anti-envejecimiento surgieron por todas partes, ofreciendo inyecciones de OC, además de otras hormonas.

 Nadie sabe cuántos norteamericanos se someten al tratamiento de OC. Según un estimado, son 100 000. Y no sorprende que muchos lo intenten, dada la cuantiosa promoción en el Internet y otros medios, además de los titulares de los periódicos, destinado a atrapar su interés y aumentar sus esperanzas.

¿Qué significa todo esto?

Otros estudios anteriores han tenido hallazgos similares -que las inyecciones de OC en las personas mayores pueden reducir la grasa corporal e incrementar el tejido magro. Pero esto carece esencialmente de sentido -nadie ha sido capaz de demostrar que estos cambios en la composición del cuerpo hayan tenido efecto beneficioso alguno en la fortaleza del músculo, la resistencia cardiovascular o la calidad de vida. Para lograr algún incremento en la fuerza y la resistencia, hay que ejercitarse mientras se toman las hormonas. Pero se pueden obtener los mismos beneficios solo con la ejercitación, de acuerdo con un editorial reciente del New England Journal of Medicine. La hormona del crecimiento no aporta nada.

 No solo es mejor el ejercicio que la OC, es mucho más barato y seguro. Entre otros hallazgos preocupantes, la OC puede elevar el riesgo de cáncer, particularmente de próstata y de mama, y ocasionar el aumento de los senos en el hombre. Aumenta el riesgo de diabetes. Los efectos colaterales a corto plazo incluyen la retención del flúido, que puede promover el síndrome del túnel carpiano (un desajuste doloroso de la muñeca y la mano) y dolores en las articulaciones. También está la cuestión de las dósis. Nadie sabe cuál sería la dósis correcta. Encima de estas contrariedades, la OC es muy cara. Los precios empiezan alrededor de los US$500.00 al mes para las inyecciones, y suben hasta US$2,000.00 al mes para cocteles completos «anti-envejecimiento» con otras hormonas, como el estrógeno y la testosterona. Los que padecen la enfermedad pituitaria realmente necesitan OC, y este uso legítimo es probable que sea cubierto por seguros de salud. Pero la OC, como un arma posible en el arsenal contra el envejecimiento, no está cubierto.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas