La industria del marketing, la publicidad y los medios de comunicación

La industria del marketing, la publicidad y los medios de comunicación

POR DONALD ROWLAND
ASPIRANTES A CANDIDATOS PRENDEN MOTORES DE LA PROPAGANDA POLITICA
A pesar de que todavía nos encontramos a siete meses de distancia de las elecciones generales de medio término para la escogencia de las figuras que representaran los intereses de la “multitud” de partidos políticos con que cuenta el sistema democrático dominicano, los políticos profesionales de todos los colores y pertenecientes al más amplio abanico partidario se encuentran enfrascados en las gestiones de publicitar y promover sus candidaturas, parece que haciendo honor al adagio que reza “camarón que se duerme se lo lleva la corriente”.

Las campañas y los esfuerzos de proyección de imagen hasta ahora, aunque expuestos a la consideración de toda la población, básicamente mediante el uso del recurso de la publicidad exterior (vallas, mobiliario urbano, banners, cruzacalles y afiches, aunque estos últimos, limitados por la voluntad del Síndico Roberto Salcedo de evitar a como de lugar la contaminación visual que estos provocaban anteriormente en la ciudad capital) han tenido el propósito de influir en el ánimo de sus propios compañeros de partido, vendiéndose como las figuras más idóneas para esa representación.

Una vez definidas estas representaciones partidarias se prepararía el terreno para la confrontación definitoria de quienes representarán a los distintos distritos electorales en el congreso y los municipios del país. La definición de los objetivos, las estrategias y las tácticas que configuren los respectivos estrategas en materia del manejo de los medios de comunicación en favor de cada candidato, determinará en gran medida el éxito o fracaso en la consecución de las posiciones aspiradas por cada uno de estos.

En ese tenor el desarrollo de la campaña política dominicana en toda su plenitud y a través de los medios de comunicación impresos y electrónicos, a pesar de que todavía no ha alcanzado su momento de mayor intensidad, que de seguro llegará cuando se acerque la fecha de la votación, hace oportuna la ocasión para rememorar las etapas primeras de la consultoría y de la mercadología políticas cuyos orígenes se remontan al año 1952 en los Estados Unidos.

Ligado a este proceso está el nombre de Rosser Reeves, conocido en el ambiente publicitario como un genio de la publicidad comercial, autor del concepto del USP (Unique Selling Proposition o Proposición Unica de Venta) que postula la venta de un beneficio o ventaja exclusiva del producto de manera consistente y reiterativa. Pocos, sin embargo, lo asocian con la propaganda política y mucho menos como el precursor del marketing político en la forma en que hoy se practica en la mayoría de los países del mundo.

Este profesional de la comunicación, autor de slogans impactantes tan famosos como el creado para los dulces (cacaitos) M&M, “se derriten en tu boca, no en tus manos”, fue contratado por empresarios que apoyaban la candidatura de Dwight Einsenhower para la creación de un slogan para los Republicanos, que compitiera con uno que habían “pegado” los Demócratas de la época, el cual decía “nunca antes habías estado tan bien como ahora”.

En lugar de crear un slogan para un producto político presidenciable como lo era Einsenhower, Reeves elaboró toda una campaña basada en “spots” (cuñas) televisivas totalmente novedoso para entonces, cambiando drásticamente el concepto de propaganda política que se venía practicando hasta ese momento. En opinión de este sagaz publicista, para ganar unas elecciones es necesario hacer dos cosas: Desarrollar un mensaje que tenga resonancia entre los votantes y difundirlo de manera eficiente. Guardando las diferencias en el tiempo y el espacio, este parámetro sigue siendo fundamentalmente el mismo.

A diferencia de la sofisticación en el estudio del votante, el mensaje apropiado, el target específico y el medio más idóneo con que se lleva a cabo esa práctica en estos tiempos, a Reeves le bastó preguntar a George Gallup, cuáles eran los temas de mayor interés para los norteamericanos de entonces, respondiendo este, ¡Oh Sorpresa!… “la corrupción en Washington, el costo de la vida y la guerra de Corea”. Sobre esos temas conformó Reeves los anuncios de su campaña política, que fueron colocados en los medios en forma intensiva durante las tres semanas previas a las elecciones, con los resultados ya conocidos.

De aquella época a la fecha es mucho lo que se ha aprendido y se ha evolucionado en los aspectos conceptuales del manejo de una campaña de marketing y propaganda política. No obstante la simple observación de las deficiencias en la conversión de esas ideas en imágenes y en un lenguaje visual consistente con el mensaje que quieren transmitir los candidatos, en lo que se refiere a la propaganda que se acostumbra a promover en los medios de comunicación dominicanos, lleva a muchos a pensar que sería más conveniente alejarse un poco de las sofisticaciones estratégicas de estos tiempos y  como dicen los americanos, “back to basics”, volver al abc de la propaganda que de seguro les podría dar mejores resultados.

 d.rowland@verizon.net.do

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