La inestabilidad y especulación se mezclan en los combustibles

La inestabilidad y especulación se mezclan en los combustibles

Las resoluciones que rigen los precios semanales de los combustibles, dispuestas por la Secretaría de Industria y Comercio (SEIC) en virtud de la Ley 112-00 o Ley de Hidrocarburos, dicen claramente que esa institución tiene a su cargo reglamentar todo lo relativo a la importación, distribución y comercialización de los productos derivados del petróleo.

Según dicha resolución, para ello, ese organismo debe establecer reglas transparentes y procedimientos que garanticen el normal abastecimiento de estos productos a la población.

Sin embargo, esa institución no cumple con este objetivo fundamental, de acuerdo con las informaciones recopiladas por este diario.

Más aún, según representantes de envasadoras de gas y de gasolineras, «el mercado de los hidrocarburos se ha vuelto un caos, en el cual reina la especulación y acaparamiento en varios de sus productos, y en especial con el gas de cocinar, mientras la SEIC observa todo esto con los brazos cruzados».

Estas opiniones fueron respaldadas por varios legisladores, quienes afirman que la inestabilidad cambiaria es el factor fundamental que propicia la especulación con los combustibles.

Mientras tanto, los dependientes de las envasadoras de gas y de las gasolineras, afirmaron que existe una especulación creada por las compañías distribuidoras.

También, esta situación ocurre en franca violación al decreto 1015-01 del 10 de octubre del 2001, que encarga a la SEIC de establecer la política relacionada con la comercialización del GLP.

[b]Paridad de importación[/b]

Además, causa suspicacias que el desabastecimiento de GLP se haya intensificado precisamente cuando empezó a incrementarse en forma alarmante su precio de paridad de importación, el cual, en las dos últimas semanas se ha incrementado en 154.58%, a pasar de los RD$17.59 en que se encontraba para la semana del 28 de febrero al 5 de marzo, a los RD$44.78 en que estaba para la pasada semana del 6 al 12 de marzo.

Esto ha hecho que del sábado 6 en adelante, el precio real del galón de GLP se sitúe en los RD$52.69 y el Estado tenga que subsidiar el carburante con RD$27.69 por galón, cuyo precio de venta al público es de RD$25.00.

Cabe señalar que para la semana del 21 al 27 de febrero pasado, la compensación del GLP fue de casi RD$30 por galón, y el precio de paridad de importación fue el más alto de toda su historia, puesto que se situó también en cerca de los RD$30.00.

[b]¿Qué hacer?[/b]

Esta situación es muy preocupante y de acuerdo con informaciones suministradas a esta sección por Alfredo Pacheco, presidente de la Cámara de Diputados de la República «la Ley de Hidrocarburos no contempla penalizaciones a la especulación, por lo que habrá que buscar algún mecanismo para evitar que esta práctica siga ocurriendo con los combustibles».

En efecto, según declaraciones del director del departamento de Hidrocarburos de la SEIC, Federico Quezada, la institución no cuenta con los recursos para actuar en estos casos.

En tanto que para Pacheco, «ocurre que cuando hay una brecha definida para ajustar los precios, en la práctica esto puede prestarse a la especulación».

«Ahora bien, lo más grave es que en los últimos tiempos hemos tenido inestabilidad en el precio del dólar y el petróleo, que son los dos componentes principales que inciden en la compra de combustibles», dijo el presidente de la Cámara Baja.

Para Pacheco, en la medida en que logremos la estabilidad cambiaria y un relativo equilibrio en los precios del petróleo, en esa misma forma esta situación se reflejará en la estabilidad de precios.

Pacheco opina que esta especulación se debe al cambio semanal de los precios «porque la ley es clara y los agentes que intervienen en el negocio calculan a cómo venderían en un futuro”, como también cree posible que, en una situación de fuerte inestabilidad cambiaria como la que se registra ahora en el país, mientras más días se den para implementar los nuevos precios, habrá una menor especulación.

Por su parte, Ramón Alburquerque, senador por la Provincia de Monte Plata y quien fuera presidente del Senado al momento de la promulgación de la Ley de Hidrocarburos, fue más conciso al decir que la Ley 112-00 no penaliza la especulación con los combustibles, pero sí ordena, regula y crea un marco rector para el desenvolvimiento de los asuntos ligados a los hidrocarburos.

«En la ley no puede existir la penalización, porque ese no es el propósito de la misma. Es decir, el objetivo de la ley 112-00 es regular lo que tiene que ver con la importación, la venta de los hidrocarburos y el pago de los impuestos al Estado», dijo.

«Para evitar la especulación está Industria y Comercio, que tiene la facultad y una serie de inspectores, que deben defender la economía popular», advierte Alburquerque.

A su entender, existe un marco legal, pero debe haber la voluntad política y la disposición de hacerlo.

Ambos legisladores fueron entrevistados en el almuerzo mensual que realiza la Cámara Americana de Comercio, mientras que las declaraciones del director del Departamento de Hidrocarburos de la SEIC, fueron extraídas del programa “Seguimiento”, que conduce el periodista Roberto Santana.

[b]Cuidado[/b]

Aunque el senador por la Provincia de Monte Plata ve con buenos ojos que se modifique la ley, opina que «hay que tener mucho cuidado al hacerlo, porque podemos caer en un desastre peor».

Según Alburquerque, debido a la inestabilidad en el precio del dólar y el valor del peso y con el desequilibrio en los precios de los combustibles a nivel mundial, «la variación de precio y los perjuicios que causa estar fijándolos cada semana, se siente mucho porque varía en forma considerable la tasa de cambio y los precios del petróleo en el mercado internacional». «Es decir, si hubiera estabilidad no habría problema», dijo.

[b]Implicaciones de la modificación[/b]

En cuanto a las implicaciones de la modificación de la Ley de Hidrocarburos, Alburquerque advierte que si de pronto los precios se fijaran mensual o quincenal, se podría crear un problema mayor.

«Es decir, los que hoy importan los combustibles, no lo harían en el futuro, porque podrían perder cientos de millones de pesos», advirtió.

Para ilustrar lo que sucedería con tal situación, Alburquerque puso como ejemplo el hecho de que el país gasta US$4.5 millones diarios en compra de combustible a los precios actuales, porque consume 137,000 barriles por día. “Entonces, si los precios se fijaran a una tasa de RD$40.00 por US$1.00 esto representaría unos RD$170 millones diarios, y a los dos o tres días la tasa se eleva a RD$50.00 por US$1.00, los US$4.5 millones se convertirían en RD$213 millones», dijo.

«Es decir que la diferencia serían RD$43 millones diarios que tendrían que absorber estas empresas como pérdida si se fija mensualmente, lo que al mes representaría unos RD$1,270 millones», explicó.

«Entonces cuando suba la prima, los importadores no importarían, porque el Gobierno no puede obligar a nadie a que pierda su dinero», dijo.

Por ello, Alburquerque recomienda «que no nos declaremos en emergencia, ni hagamos nada con tanta prisa, porque ese perjuicio que sentimos con los precios de los combustibles se debe a la tasa de cambio y a los precios internacionales del petróleo».

Alburquerque tiene fe que esta situación se ordenará en el menor tiempo posible, «pero si se hace un cambio de la ley medio festinado, podemos tener serios problemas», advirtió.

Mientras tanto, el presidente de la Cámara de Diputados, de su lado, opina que «se debería brindar un mayor lapso de tiempo para el ajuste de los precios del que se da en la actualidad».

Según Pacheco, «hay un planteamiento para que esto se haga mensual por parte de algunos señores diputados y senadores, pero parece ser que la Refinería Dominicana de Petróleo y los actores que intervienen en el mercado de los combustibles, se oponen, porque entienden que esto puede traer crisis en el suministro».

No obstante, Pacheco entiende que en el mejor caso se pueda buscar un punto intermedio, para que los precios se cambien quincenalmente, «pero la verdad es que al país no le agrada la idea de que semanalmente tengamos que estar cambiando los precios de los combustibles».

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