La Ley 112-00, beneficiosa para el consumidor debido a que le traspasa el ajuste por temperatura que aplica REFIDOMSA cuando despacha los productos que expende, ha generado la infame protesta de ANADEGAS, la poderosa Asociación de Detallistas de Gasolina, que acaba de paralizar la venta de combustibles en sus estaciones afiliadas y marchó hasta el Palacio Nacional desde el Ministerio de Industria y Comercio.

La iracunda postura de ANADEGAS, que se suma a su largo prontuario de movimientos huelgarios que afectan un servicio estratégico y, por ende, pone en peligro la seguridad nacional, pretende que Industria y Comercio viole la sentencia de un tribunal y le aumente a los detallistas el ya robusto margen de beneficio que ostentan en el competido mercado de combustibles, que ahora es de RD$22.00/galón, en perjuicio del público consumidor.

Una ojeada a los porcentajes del mercado resalta los beneficios de ANADEGAS: Shell (Grupo Vicini) 17.7; Esso (Grupo Sol) 16.2; Texaco (Grupo GB) 12.6; Isla 6,8; Nativa (H. Vázquez) 1.3; DIP Next (Santana-Bonetti) 3.6; Sunix (Grupo Martí) 3.5; Petromovil (Acebat-Heinsen) 4.5; Petronan/Ecopetrol (ANADEGAS) 7.3 y hay 13 distribuidoras que ostentan el 26.5 del comercio.

Anadegas acusa de prácticas monopólicas al Grupo Vicini, pero los datos desmienten tal aserto. Durante el pasado Gobierno, Anadegas fundó la empresa Petronan siendo los detallistas socios principales, pero la lucha interna, unida a las presiones desaforadas sobre las autoridades de turno, les produjo otra licencia para la constitución de una segunda distribuidora: Ecopetróleo, propietaria de Vázquez, actual presidente de Anadegas. Ambas firmas enfrentan litis en los tribunales, acusadas de incurrir en supuestas prácticas desleales al vender combustibles a estaciones contratadas por la competencia.