La infancia de la luz III

La infancia de la luz III

El segundo poema de “El ángel destruido” se titula “Mensaje a las palomas”. Las palomas, como es bien sabido, llevan mensajes a través del aire y son capaces de recorrer grandes distancias. El extraño “mensaje” se produce tan pronto ha concluido “Barro inaugural”. Si Dios hace el orden mata el caos; si hace la luz sacrifica la tiniebla. “Id ahora a decirle/ que cuando la luz fue la primera sonrisa/ caída de su espejo,/ algo dejó de ser en torno de la luz,/ algo rodó en pedazos debajo de su lámpara./ También id a decirle/ que el sólo hecho de ser es ya una destrucción”.
El “mensaje” termina con estas palabras lapidarias: “Porque sólo no siendo/ es posible lo intacto”. La virginidad del orbe se rompe tan pronto queda instaurado un orden para las criaturas y objetos recién creados. En el tercer poema, aparece la opinión de Adán primero, en representación de todos los hombres por nacer. “Ahora tengo el anillo cerrado de su nombre/ como una gran cadena sobre mi corazón./ Todo él me circunda y sin embargo lloro/ vencido por la angustia de su cielo de siempre;/ el dolor de su pecho cubierto de raíces;/ la inmóvil permanencia de su mundo inmutable/ donde todas las formas lograron su presencia,/ su realidad concreta de cosa terminada”./
Dios hizo los pájaros, las hojas, las piedras, los ríos, animales grandes e insectos. Nada dejó sin hacer para que Adán encontrara una tarea pendiente. “Queda mi incertidumbre destruida a la orilla/ terrible de su orbe, donde ya nada empieza,/ donde nada comienza después de sus palabras./ Ahora soy el objeto final de sus bondades,/ el más noble fantasma que colma su deleite.” Este poema, “Adán de Angustia, continua con una plegaria -pregunta y veladas protestas ante la divinidad.
“¡Oh señor de la voz donde nace los soles!/. ¿Qué quieres tú de mí que me dejas tan sólo,/ clavado ante el silencio de esta atmósfera tuya,/ donde ningún esfuerzo derrumba las murallas,/ la gran pared eterna que limita tu rostro? ¿Eres sólo una máscara cubriendo su misterio,/ una piedra cerrada donde sueña mi infancia?/ ¿Aquella oscura infancia que en tus manos no tuve? Adán ha nacido adulto y sin ombligo.

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