MADRID. AFP. Rubia y sonriente, la infanta Cristina, segunda hija del rey Juan Carlos de España, se encuentra en la línea de fuego de la tormenta judicial que amenaza a su esposo, Iñaki Urdangarin.
La Infanta, de 47 años, nunca ha sido imputada en la investigación por corrupción abierta a finales de 2011 por un juez de las Baleares que apunta principalmente a Urdangarin.
Pero el escándalo, que sigue creciendo un año después, se acerca cada vez más peligrosamente a la Casa Real y al entorno más próximo del rey y la princesa.
Carlos García Revenga, secretario y hombre de confianza de Cristina y de su hermana mayor Elena, fue citado a declarar el 23 de febrero. Además, el nombre de la Infanta apareció en la prensa dentro del goteo constante de revelaciones difundidas por el exsocio de Urdangarin, Diego Torres.