La infidelidad masculina, 
un comportamiento social cultural

La infidelidad masculina, <BR>un comportamiento social cultural

Seis de cada diez dominicanos  son infieles, y, contrario a algunas creencias populares, nada tiene que ver con hormonas masculinas o sustancias en el cerebro, sino que responde a un comportamiento sociocultural

POR NELLY RAMÍREZ
“Todos los hombres son infieles” es lo que siempre hemos escuchado decir a nuestra abuela, madre, tía, hermana o amiga. Sin embargo, esa conducta no es  una condición inherente de los varones, sino que es un comportamiento aprendido de las sociedades, especialmente las latinoamericanas.

No es verdad que el hombre siempre es infiel, que necesariamente para sentirse “macho” deba tener más de una mujer; ellos lo hacen porque las mismas mujeres se lo permiten, porque es lo que oyen siempre, “los hombres son de la calle y la mujeres deben estar tranquilas en su casa esperando al marido”.

Esta situación, presente en la mayoría de las relaciones de pareja, y que constituye uno de los principales factores de desintegración familiar, porque es de ahí que surgen las denominadas “Familias cien pies”, depende básicamente de cuánto se quiera la mujer, qué tan preparada mentalmente esté, cómo está su autoestima, si es alta o baja.

La mujer que está clara de lo que quiere, que sabe cuánto vale; que se encuentra en condición para enfrentar una situación de este tipo si le llegara a ocurrir, es decir tomar una decisión de romper la relación, pues de seguro que recibirá el respeto  de su pareja, pero si considera que para mantener a su hombre tiene que darle permiso de tener a otras, entonces, de esa manera será tratada.   

 La psicóloga y terapeuta familiar, Ana Simó afirma que  “no todos los hombre son infieles, es un paradigma, una creencia muy típica de las sociedades latinoamericanas”.

Es por esa creencia negativa, afirma la especialista,  que los hombres son  infieles. “Nosotras al escuchar esto de nuestras abuelas, madres, tías, lo aceptamos como algo normal y les damos permiso a ellos para que continúen haciéndolo”.

“La razón principal de que los hombres sean infieles _no todos- es porque existe una conducta aprendida que va pasando de generación en generación”, expresó la psicóloga al ser entrevistada para esta sección de ¡Vivir!.

“Cuando una hija o nieta le comunica a sus ascendientes, abuelas, madre o tía sobre la infidelidad de su pareja, por lo regular la respuesta es, déjalo que todos son así, tu no va a encontrar uno que no lo sea, y, en la medida que les damos permiso para que lo hagan, entonces continuarán, y es por eso que creo que esta situación aún durará unos 150 años más, porque si alguien nos da permiso para hacer lo mal hecho pues está claro que lo vamos hacer”, indica la sexóloga clínica y terapeuta familiar.

Precisa Ana Simó que está costumbre de infidelidad viene desde la época de la colonización hace cientos de años atrás.

“Recordemos que en la época de la colonia, los españoles tenían a sus esposas solo para procrear, pero eran infieles con las indias y las esclavas, es de ahí que nace el mestizaje”.

“En aquella época la sexualidad de los españoles con sus esposas era considerada solo para procrear sus hijos, pero estos se iban a la calle a ´desahogarse´ y las mujeres se lo aceptaban, es así que nace el machismo y la infidelidad, desde los tiempos de nuestros antepasados, es algo que está ligado a nuestra cultura. “La infidelidad es algo más cultural que otra cosa, y es por eso que afirmo que todavía continuará por más de cien años, específicamente en Latinoamérica, porque en otras partes del mundo, como por ejemplo Europa, esta conducta es vista  como un trastorno”.

Indica la experta en el tema que por esa conducta es que la mayoría de los dominicanos provienen de una “familias cien pies”, que son aquellas en las que el hombre tiene su esposa, y varias amantes y con las que también procrea hijos”.

Añade que en el país hay regiones donde esta categoría de familias son vistas de manera normal, específicamente en la región Sur del país, donde inclusive estas mujeres comparten  sin ningún problema.

“Lo grave de esto, y es la razón que no nos dejará erradicar fácilmente la infidelidad, es que con mucha frecuencia escuchamos a un sinnúmero de mujeres que aceptan conforme esta situación”.

“A veces las escuchamos decir:  ´todos los hombres son infieles, y  mientras yo no lo sepa todo está bien, de esa manera ellos jamás dejarán de hacerlo, porque sienten que tienen el permiso para hacerlo”.

“Hay hombres muy leales a sus esposas, no obstante, estos son tratados con burla por la sociedad, y muchas veces hasta por ellas misma, hay mujeres que dicen gustarle el hombre  ´tigre`, porque creen que es sinónimo de buen amante, cariñosos, caballeroso, pero graso error  eso no es así, para ser todo eso no hay que tener más de una mujer”.

 “Normalmente se le cataloga como ´pariguayo` a los hombres que son leales y fieles a sus parejas, es algo muy coloquial nuestro”.

Ahora bien, un hombre que haya tenido una imagen materna muy contaminada, es decir que de niño lo que vio fue a una madre aguantándole infidelidades a su padre de manera conformista, de seguro que será infiel. Estos son indicadores que provocan que los hombres sean infieles”, dice Ana Simó.

Sobre la pregunta de si la infidelidad en los hombres es únicamente cultural o  si por el contrario existe alguna hormona que los induzca a esto, de acuerdo a creencias de la sociedad, la doctora Simó dice que es totalmente falso, y que ellos lo hacen porque sienten que las mismas esposas o novias consideran que los verdaderos varones son aquellos a los que se les ve constantemente con parejas diferentes, lo  que las denominadas “esposas o novias oficiales” deben aceptar para que el “macho” no se vaya.

  “Eso de la infidelidad está tan arrigado en la culturas latinas, que tu ves que cuando nace un varón las madres comentan ´viste que  lindo detrás de ese las mujeres van a andar como abejas; ah!, pero observaste que bien proporcionado va a ser, las novias se pelearán por él; el que tenga su gallina que la amarre que mi gallo está suelto y a ellas es que hay que cuidar”.

Considera la terapeuta de la conducta que ese es el problema principal, que desde el seno de las madres, se le va inculcando a los varones, que ellos pueden hacer lo que se les venga en gabas pero la mujer no.

“Las sociedades como la nuestras son permisivas de los hombre para que sean infieles, pero es necesario cambiar ese comportamiento, pero aún faltan muchos años para lograrlo, nosotras no veremos ese cambio”

“Eso que escuchamos por ahí  de que el hombre tiene que eyacular cada cierto tiempo para desahogarse, que no puede estar con una sola mujer, que por cada hombre le tocan siete mujeres, eso no es así, porque de ser cierto entonces los que hacen voto de castidad, que viven en celibato, se morirían, y ellos no se han muerto y viven normalmente. Eso es una conducta aprendida de los latinos, especialmente los dominicanos, de los cuales de cada diez seis son infieles”.

“Ahora bien, lo que yo sí creo es que el ser humano necesita estar en pareja, lo que es distinto a tener varias mujeres, porque ya estaríamos hablando de una necesidad que no termina”.

¿Que hacer para erradicar la infidelidad de los hombres?

Dice la psicóloga clínica y terapeuta familiar, que lo primero es que la mujer, esposa o novia no lo tolere.

“En el mismo momento que la mujeres les dejen bien claro a sus parejas que si son infieles terminarán la relación, y lo cumplan, entonces estaremos encaminadas a reducir ese comportamiento.

Afirma que la mayoría de los problemas de este tipo es que las mujeres constantemente amenazan con acabar, cuando se enteran  de las infidelidades de sus parejas, pero nunca lo hacen, dando oportunidad para que lo sigan haciendo.

“Una mujer que continúe con un hombre luego de saber que le ha sido infiel, y que por demás lo haya amenazado con dejarlo, no resolverá nada, porque el pensará que siempre que lo diga s de dientes para fuera, pero que no tendrá el valor.

Siempre aconsejo a mis pacientes a que si no están seguras de terminar una relación que no amenacen con hacerlo. Cuando la mujer empiece a poner claros sus límites ante su pareja, estaremos reduciendo las infidelidades, y tal vez antes del tiempo pronosticado podamos adelantar un poco, que los hombre aprendan a respetar a sus parejas, y saber que ellas no debe aguantar todo lo que a él se le antoje para que esté con ella”.

Precisa, asimismo, Ana Simó, que de igual manera cuando los hombres se den cuenta de que la lealtad, fidelidad  y compromiso con su mujer es lo que le dará estabilidad, “entonces estaremos hablando de acabar con esta problemática, algo que contribuye grandemente a la desintegración familiar y a la creación cada vez más de las denominadas familias cien pies”.

Indica la experta que la mayoría de las veces en las que hay infidelidades se acaba el amor, porque cuando  no existe confianza el amor se va destruyendo. “La desconfianza destruye  la relación de pareja, porque ya no se creen el uno al otro.

“Cuando se pierde la confianza inmediatamente se deja de amar”, afirma la terapeuta familiar, directora del Centro Vida y Familia.

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