Un hombre camina en el mercado de abastos Ceasa, el segundo mayor de América Latina, en Río de Janeiro (Brasil). EFE/Archivo
Brasilia, Brasil. La inflación en Brasil fue del 0,62 % el pasado julio, lo que empujó la variación en los primeros siete meses al 6,83 % y elevó la tasa interanual al 9,56 %, según informó hoy el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
De acuerdo a ese organismo estatal, la variación interanual es la más alta registrada en el país desde noviembre de 2003, cuando había llegado al 11,02 %.
El IBGE destacó que la inflación cedió ligeramente en julio con respecto al mes anterior, cuando los precios tuvieron un aumento del 0,79 %.
Sin embargo, el 6,83 % acumulado en los primeros siete meses es también el mayor índice para ese período desde 2003, cuando la tasa había alcanzado un 6,85 %.
La inflación constituye uno de los mayores dolores del Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, que para intentar contener el alza de los precios y enderezar las maltrechas cuentas públicas ha optado por aplicar un severo ajuste fiscal, que incluye un fuerte recorte del gasto.
Esas medidas han sido completadas con una política de elevadas tasas de interés, que ha llevado los tipos de referencia al 14,25 %.
Pese a esos esfuerzos, todas las proyecciones, incluso las del propio Gobierno, apuntan a que la economía se contraerá este año un 1,5 %, aunque algunos analistas del sector privado elevan esa tasa a casi un 2 %.
Según la meta oficial, que ya ha sido abandonada, la inflación en 2015 sería del 4,5 %, con una tolerancia de dos puntos porcentuales que elevaban el techo a un 6,5 %.