La inflación nos ahoga

La inflación nos ahoga

El aumento en los precios de los artículos básicos de consumo y no tan básicos desespera a los dominicanos. Ya se está convirtiendo en hábito que los supermercados y otros establecimientos comerciales exhiban los productos sin los precios correspondientes para, a la hora de ir a la caja, determinar cuánto deberá pagar el comprador.

Los más precavidos ofertan sus mercancías en dólares para evitar los continuos cambios de etiqueta.

Ya sea por la pérdida de valor de la moneda criolla, o por el aumento en los costos generados por este factor y otros que inciden en el precio final, el caso es que los dominicanos estamos comprando hoy a precios muy superiores a los vigentes el año pasado, para esta fecha.

Las autoridades estiman que al cerrar el año, la inflación rondará el 35%. Sin embargo, desde amas de casa que van al supermercado, hasta economistas expertos, entienden que ese estimado es muy conservador, y que ya para esta fecha sobrepasa el 50%.

Es el caso, cuando menos, de la mayoría de los artículos de la canasta alimentaria, las medicinas y los libros.

[b]DE QUÉ SE TRATA[/b]

El Indice de Precios al Consumidor mide la evolución del nivel general de precios de los bienes y servicios de consumo adquirido por los hogares en un período determinado. Tal es la definición que aparece en los manuales del Banco Central para este indicador que sirve para medir la inflación que afecta a un país.

El cálculo se hace partiendo de un índice base, que en el caso actual dominicano, es el IPC de enero del 1999, para lo cual equiparan a 100 el índice de este mes. Este índice base tiene como período de referencia octubre 1997 a septiembre de 1998, tiempo durante el cual se realizó el levantamiento de la Tercera Encuesta Nacional de Gastos e Ingresos de los Hogares.

La Encuesta captó informaciones sobre los gastos de consumo y no imputables al consumo y de lo que denomina “consumo efectivo”, referido a los bienes y servicios que los hogares reciben de forma gratuita de instituciones públicas y privadas.

En su boletín sobre el método de cálculo del IPC, el Departamento de Cuentas Nacionales y Estadísticas Económicas del Banco Central explica que el consumo final de los hogares se refiere a los bienes y servicios adquiridos en un período determinado, vía la compra de contado o a crédito, y/o transferencias para satisfacer sus necesidades.

Existe una serie de gastos que realizan los hogares, pero que no son considerados como consumo, como los seguros, insumos para producción que se realizan en la vivienda o en empresas propiedad de la familia, los juegos de azar. Los gastos de compra o reparación de la casa se le considera como “formación bruta de capital de los hogares”, y no consumo final.

La encuesta del 1999 dio como resultado que los casi dos millones de hogares de todo el país, contaban con una estructura de consumo final de 2,141 bienes y servicios diferentes, de los cuales se seleccionaron 245 por su importancia relativa en el gasto total de los hogares.

Estos bienes y servicios fueron agrupados en diez grupos, estos a su vez en 36 subgrupos y 95 clases. Los diez grupos en que se divide el IPC en República Dominicana son: Alimentos, Bebidas y Tabaco; Vestuario y Calzado; Vivienda; Muebles, Accesorios y Equipos Domésticos; Salud; Transporte; Diversión, Entretenimiento y Cultura; Educación; Hoteles, Bares y Restaurantes, y Bienes y Servicios Diversos.

Ya agrupados los bienes y servicios, se determinó la estructura de consumo, para todo el país, para las tres regiones geográficas (Distrito Nacional, resto urbano, resto rural) establecidas en la encuesta, y para cinco quintiles de gasto (cinco grupos de población iguales en cantidad y de acuerdo al ingreso de cada uno). Es decir, se establecieron nueve canastas.

El Boletín explica que los artículos tienen diferentes ponderaciones para cada una de las canastas, dependiendo de los hábitos de consumo de cada grupo. Las ponderaciones de cada canasta se obtienen dividiendo el gasto de consumo de cada bien o servicio entre el gasto total del grupo.

[b]LOS PRECIOS[/b]

Para la encuesta de precios, el Banco Central utiliza una muestra de 8,521 establecimiento en todo el país, donde normalmente compara la familia. Se realiza mediante entrevista directa. Se han establecido 167 zonas de precios en todo el país, de las cuales 124 corresponden a la zona urbana y 43 a la rural.

Según afirma el Banco Central, las muestras se toman escalonadamente en todo el mes para recoger la mayor variedad posible de precios. De acuerdo al informe, los precios recolectados son los efectivos de venta al público y se excluyen las mercancías en liquidación, descuentos o especiales.

Una serie de servicios que tienen tratamiento especial, como es el caso del alquiler de viviendas, el cual se calcula en base a una muestra seleccionada que es visitada cada tres meses. La energía se calcula a partir de las tarifas que suministra cada mes la Superintendencia de Energía; la de agua, a partir de los datos de la CAASD y el INAPA, la gasolina según los precios fijados por Industria y Comercio.

El gasto en teléfono se calcula en base a la tarifa de renta básica de una de las empresas de alta ponderación, incluyendo el ITBIS y el 2% del impuesto de Telecomunicaciones. Para los celulares se utilizan las tarifas de varias compañías.

Para la educación se hace el cálculo a partir de una muestra de colegios en todo el país, en base a las tarifas de kinder, 4to de primaria y 4to de secundaria.

También reciben trato especial las tarifas de hoteles, vehículos, mantenimiento de vehículos, computadoras, y el transporte en sus diversas variantes, aéreo, terrestre interurbano, urbano, motoconcho y escolar.

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