La inflación supera los torpes
controles  de precios Argentina

La inflación supera los torpes<BR>controles  de precios Argentina

POR JUDE WEBBER
en Buenos Aires

La ensalada es el acompañamiento esencial de un bistec argentino. Pero Cecilia Quintana, una animadora de fiestas infantiles, no ha comprado ni una sola lechuga desde noviembre, después que el precio subió más de 160%. “No voy a pagar a 8 pesos (US$2.59, €1.90, £1.30) el kilogramo de lo que es básicamente hierba”, estalló. 

“Es infame”, reforzó Dolly de Pose, una ama de casa que solía comprar pescado regularmente, hasta que empezó a costar 60% más que unos meses antes. “Usted ve muchas personas en los mercados escogiendo productos de los estantes, que vuelven a colocar en su lugar”.

Históricamente, la inflación ha sido uno de los mayores monstruos económicos de la población argentina, y está de regreso, y los intentos del gobierno por frenarla -más recientemente mediante torpes controles de precios- hasta ahora, han fracasado.

No hay peligro inminente de un retorno a la hiperinflación que asedió a Argentina durante los años de 1980. Sin embargo, la combinación del crecimiento económico de más de 8% desde la crisis de 2001-2002, una demanda creciente alimentada por servicios públicos baratos, y una capacidad industrial que se ha estirado hasta el límite, se ha convertido un golpe triple para los precios.

El presidente Néstor Kirchner designó a un duro secretario de comercio interno, Guillermo Moreno, quien de inmediato empezó a ajustar los precios de productos claves, y se ganó la reputación de intimidar a los suplidores hasta someterlos a su voluntad.

Pero tres meses de alboroto en la oficina estatal de estadísticas, durante los cuales su jefe renunció, una medida clave de precios se cambió de un alza de 3.6% a una baja de 0.2%, y acusaciones de que la interferencia del gobierno se había multiplicado, han disparado reclamos de que Moreno sea despedido.

El gobierno niega estar manipulando las cifras de la inflación -que solo es superada en la región por la tasa de 18.5% de Venezuela-, mientras que le da el crédito a los controles de precios de haber ayudado a reducir la inflación a 9.8% el año pasado, de más de 12% en 2005.

No obstante, los economistas dicen que los datos oficiales ahora solo reflejan los productos con precios controlados, y que la inflación real podría, en realidad, estar a la altura de un 15%.

Tim Kane, director del Centro de Comercio Internacional y Economía de la Fundación Heritage, un centro de estudios basado en Washington, dijo que es “impresionante” ver a Argentina retornando a un mecanismo que, dice, siempre ha fallado.

“Sencillamente, no es una forma eficiente de administrar, o de ayudar a crecer una economía. No puede tener éxito”, dijo Kane, en Buenos Aires, para presentar el anual Index of Economic Freedom de la fundación, que clasifica a Argentina en el lugar 95 de 157 países, y 21 entre 29 de la región, basado en criterios que incluyen inversión, libertad monetaria fiscal y ausencia de interferencia del gobierno. 

Las políticas del gobierno han tenido sus defensores: “Los controles de precios no siempre son malos”, dijo Luciana Díaz Freís, directora de política fiscal en CIPPEC, un grupo no lucrativo que se concentra en la igualdad y el crecimiento.

 “Con la mega-devaluación que Argentina tuvo, había algo de valor en intentar ejercer algún control. Redujo la inflación al principio y evitó que la economía cayera en espiral hacia una crisis. Pero el gobierno se ha enamorado un tanto con eso ahora”. El problema de la inflación tiene otro lado: cuando Argentina reestructuró su deuda incumplida en 2005, introdujo bonos indexados a la inflación.

Si la inflación está realmente en 15%, el economista Carlos Arbia estima que el gobierno podría en verdad estar pagando menos a los dueños del 40% de la deuda extranjera en un monto de unos US$2,9 millardos este año.

Los consumidores culpan a la inflación por el hecho de que muchos productos -incluyendo algunos cortes de carnes, cuyos precios se mantienen tercamente por encima de las guías establecidas por el gobierno, están ausentes de los centros comerciales.

Sin embargo, Juan Vasco Martínez, director ejecutivo de la asociación de supermercados ASU, replicó: “La canasta básica de productos en los supermercados subió durante los últimos 12 meses 1% menos que la inflación [?…] Sin los controles de precios, ¿dónde estaría ahora la inflación?”.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE IVÁN PÉREZ CARRIÓN

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