La influencia de Carey

La influencia de Carey

POR RAMÓN EMILIO CONCEPCIÓN
De 1860 a 1890, los Estados Unidos aumentaron su producción de carbón en 1000%; de hierro bruto, por más de 1100%. Las primeras fundidoras de acero estadounidense se construyeron apenas en los 1860, pero en las dos décadas de 1870 a 1890, la producción de acero se elevó en 6000%; las ferrovías estadounidenses crecieron de 30,626 millas en 1860 a 166,703 en 1890.

Los Estados Unidos, que dejaron de ser exportadores de materias primas, como algodón, para los poderes coloniales de ultramar, superaron la condición de mera autosuficiencia y sus exportaciones crearon un balance comercial notablemente favorable.

En 1860, se importaron productos por 354 millones de dólares, y sólo se exportaron 334 millones de dólares. Las cifras para 1880 eran 668 millones de dólares en importaciones y 836 millones en exportaciones. Ya para 1900, las importaciones ascendían a 850 millones de dólares, contra 1394 millones en exportaciones.

Fue bajo estas premisas de este verdadero progreso económico que los nacionalistas estadounidenses, inspirados por el legado de Lincoln y bajo la guía estratégica de Henry Carey, difundieron su programa por el mundo.

Los discípulos de Carey trabajaron en Alemania en donde el ejemplo del éxito industrial de los Estados Unidos motivó al gobierno Alemán a deshacerse de la tutela librecambista británica y adoptaron el sistema proteccionista de Los Estados Unidos  afines de 1870. La decisión del Estado Alemán de apoyar la infraestructura, las manufacturas y la minería, se facilitó con cierta colaboración industrial germano-estadounidense.

Rusia fue el único aliado militar de los Estados Unidos durante la guerra civil. Los Estados Unidos inspiraron y ayudaron materialmente a la construcción de la monumental obra del desarrollo ferroviario que unió a Europa y Asia. Los estadounidenses y sus aliados nacionalistas alemanes promovieron el proteccionismo, la industrialización y la electrificación de Rusia.

Los seguidores japoneses de Henry Carey iniciaron una revolución contra el atraso feudal en su país, y los Estados Unidos proveyeron las teorías proteccionistas y de ingeniería para la industrialización del Japón.

Los agentes nacionalistas estadounidenses, incluyendo los misioneros prebisterianos, promovieron el desarrollo industrial y militar de China. Los simpatizantes de China en los Estados Unidos después apoyaron la revolución de Sun Yat-sen, emulando la de Lincoln.

Los líderes nacionalistas de Sudamérica, fortalecidos por la derrota de la confederación neocolonial sureña, lucharon contra los británicos al lado de los Estados Unidos para tener el poder de aplicar los programas económicos de Lincoln y Carey en Perú, Colombia, Argentina y Brasil.

El primer ministro italiano Camilio Benson, Conde de Cavour, unificó a Italia como nación en tiempos de la guerra civil estadounidense. Italia y Francia, en especial después del reinado de Napoleón III, se inclinaron fuertemente por el proteccionismo y el pro-industrialismo estadounidense.

Los nacionalistas estadounidenses, dirigidos por Henry Carey, establecieron un mecanismo de apoyo financiero y organizativo para la lucha de Irlanda por su libertad. Personalidades de los estratos más altos del gobierno de los Estados Unidos estuvieron involucradas en la resistencia militar clandestina de los irlandeses contra la ocupación británica. En los años posteriores a la Guerra Civil, se venía urdiendo una guerra de Estados Unidos y Rusia contra la Gran Bretaña, junto con una sublevación nacional irlandesa, como una opción estratégica real.

El líder nacionalista Mahader G. Ranade de la India Británica del siglo 19, creó un movimiento político cuyo programa económico se basaba en la doctrina económica de Lincoln y Carey, mismo, años después, bajo el liderato de Mohandas Gandhi, ganó la independencia de la India.

Los británicos habían mantenido al resto del mundo muy atrás en la producción industrial de productos tales como el acero, el carbón y los productos químicos. Pero en la época de Lincoln y Carey el poder industrial de los Estados Unidos sobrepasó al de Inglaterra, y la industrialización alemana pasó a ocupar el segundo lugar, mientras que Rusia vinculada al Asia con el ferrocarril que los Estados Unidos ayudaron a construir, también se abría paso por el campo económico.

Esta revolución estratégica en el estado del mundo, amenazó de muerte la supremacía del Imperio Británico y la de sus aliados de Wall Street.

Los intereses imperialistas amenazados, respondieron con los asesinatos de los presidentes Lincoln, Garfield y McKinley, y con el estallido de la Primera Guerra Mundial. Los Estados Unidos sucumbieron al asalto planificado, perdieron la independencia de su política y también perdieron sus alianzas anti-imperialistas las cuales fueron destruidas.

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