La información en el etiquetado de los alimentos y otros bienes debe estar en los idiomas locales

La información en el etiquetado de los alimentos y otros bienes debe estar en los idiomas locales

La información y el derecho a saber aparecen en el mundo de hoy como un derecho fundamental porque los mismos permiten el ejercicio de otros derechos como el de elegir, tomar decisiones acertadas e invertir correctamente en el mercado competitivo.

Los productos alimenticios, los medicamentos y otros bienes de consumo deben aparecer en el mercado en el idioma español, porque de lo contario estaríamos contribuyendo con exponer a posibles riesgos a los ciudadanos.

Tres leyes y un reglamento obligan a que se cumpla con la norma del etiquetado en castellano, el cual debe ofrecer información veraz, suficiente, entendible y verificable: la Ley de Salud, la de Medio Ambiente, la del consumidor y el reglamento Técnico Dominicano RTD 53.

Desde febrero del 2010 debió entrar en vigencia el reglamento y, las leyes desde que fueron publicadas en la Gaceta Oficial, pero hasta el momento no se está cumpliendo con este reglamento que se acoge a los principios de transparencia con que debe manejarse el mundo de hoy y que es además una responsabilidad de la administración y de las empresas.

La preocupación por el etiquetado en el idioma local es parte de los requisitos de la Organización Mundial del Comercio y ahora se ha unido la OCDE, que plantea que la información en la etiqueta no solo debe aparecer en el idioma local, sino en los dialectos como una forma de cumplir con los requisitos de la veracidad y la transparencia en la información.

Cuando se aprobó el RTD 53, o reglamento técnico dominicano, se acordó permitir una etiqueta provisional o complementaria, para aquellos productos que llegaran al país en otro idioma hasta tanto se corrigiera de manera general el tema de la etiqueta en español.

Esa etiqueta complementaria es la que tienen algunos productos con letras muy pequeñas que nadie puede leer y que en algunos establecimientos colocan encima de la fecha de vencimiento del producto, lo cual constituye una mala práctica que afecta a los consumidores.

Con la apertura de los mercados, en nuestro país recibimos una gran cantidad de productos, desde materia prima y terminados que sencillamente están en el mercado en todos los idiomas que habla la humanidad.

En idioma chino aparecen productos no solo en el barrio que lleva su nombre, en cualquier lugar se expenden productos en los 200 idiomas que se hablan en ese gran país, no solo en mandarín como algunos creen.

Existen numerosos riesgos para el consumidor cuando la información en el etiqueta no es suficiente. En Estados Unidos y en Inglaterra han incluido nuevas informaciones en la etiquetas de sus productos, como son las alertas en aquellos productos que pudieran contener alérgenos como maní, almendras, los tipos de grasas, o algún componente genéticamente modificado.

Recién encontramos en el mercado una gran cantidad de productos para fumigar, mucho de ellos vendidos a granel, sin ningún tipo de información. El riesgo aquí es muy alto, porque por lo menos la etiqueta de un producto peligroso debe tener información suficiente, entre la que debe aparecer el antídoto en caso de que haya un accidente en los hogares.

El caso es que estamos en déficit con respecto al derecho a la información adecuada en los bienes de consumo de la población, y hay sectores como el ganadero que están reclamando desde hace años que se etiqueten los productos lácteos porque alegan que existen en el mercado fórmulas que se venden como leche y no lo son.

El etiquetado de los productos en el idioma que hablamos los dominicanos es un desafío de la administración y una responsabilidad del sector proveedor que no debe ser aplazado.

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