La presidenta de la Confederación Patronal de la República Dominicana (Copardom), Laura Peña Izquierdo, ve con preocupación el alto índice de informalidad con que operan micro y pequeñas empresas de los sectores comerciales y de servicios, de acuerdo con los resultados de un estudio auspiciado por esa entidad y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La dirigente empresarial indicó que la informalidad genera desprotección en los trabajadores en términos de garantías laborales y seguridad social, así como el incumplimiento de las obligaciones tributarias de las empresas que operan bajo esta condición de irregularidad.
En ese sentido, manifestó que constituye una necesidad actualizar el Código de Trabajo, para que se adapte a las necesidades modernas, incentive los empleos formales, fomenten la competitividad y las actividades productivas.
Peña Izquierdo intervino en la presentación del informe de la “Encuesta de Micro-Negocios en la República Dominicana. Análisis de la economía informal con énfasis en los sectores comercio y servicios”, efectuada hoy en el salón Empresarial AIRD, con participación de directivos de la Copardom, representantes de los empleadores y organismos oficiales.
Además, en el acto intervinieron Luis Miguel De Camps, ministro de Trabajo; Mayerlin Crespo, coordinadora nacional del proyecto de la OIT y la presentación de los resultados de la encuesta estuvo a cargo de Randall Arias, especialista de la OIT y Marcela Aguilar, consultora.
“Cuando observamos con preocupación actividades informales en nuestra economía, entendemos que las empresas no solo deben repensar sus estrategias de competitividad, sino hacerlas compatibles con la visión de una sociedad orientada al respeto de los recursos naturales, derechos laborales, sociales y calidad del empleo”, precisó Peña Izquierdo.
Señaló que esta situación, por sus características de precariedad laboral, es incompatible con los conceptos de empleos decentes y empresas sostenibles acuñados en el sector empleador organizado y adquiere un papel protagónico en la medida que, con sus análisis y generación de propuestas, inciden en la adopción de políticas públicas que promuevan entornos favorables a la inversión, la iniciativa y el desarrollo empresarial.
Dijo que la problemática de la informalidad es compleja y presenta múltiples causas por lo que su solución a través de políticas públicas debe ser cuidadosamente diseñada para considerar variaciones, apoyo específico y contextualizar para ayudar a estos negocios a prosperar y moverse hacia la formalidad, abordando los desafíos específicos que enfrenta cada segmento, con soluciones adaptadas a sus necesidades y percepciones particulares.
La presidenta de la Copardom consideró que deben ser retomadas las reformas estructurales en pendientes o en proceso desde la promulgación de la Ley de Estrategia Nacional de Desarrollo, hace más de 10 años.
Apostó a la fortaleza del diálogo social que exhibe el país para lograr disposiciones equilibradas y justas que garanticen los derechos de nuestras empresas y colaboradores, y devuelvan competitividad a quienes creamos riqueza.
Sobre la encuesta
Como parte del proyecto ¨Estrategia integrada para facilitar el tránsito a la economía formal en el marco de las políticas de reactivación económica y recuperación del empleo Post COVID-19”, la OIT y Copardom realizaron a finales del 2023 la encuesta de Micronegocios: Análisis de la economía informal con énfasis en el sector comercio, servicios en República Dominicana.
Fue encuestada una muestra de más de mil negocios del Distrito Nacional y de la provincia de Santo Domingo, y con sus resultados se analizan las características de los micronegocios y sus dueños, centrándose en entender el comportamiento de los empresarios y su gestión para la formalización.
Este estudio también brinda perspectivas sobre los principales incentivos, beneficios, desventajas del proceso de formalización, entre otros aspectos significativos.
En este estudio se establecieron tres niveles de formalidad para micronegocios, el informal, sub-formal y formal, los cuales reflejan el grado en que un negocio cumple con los registros y requisitos legales.
Sobre la condición de propiedad de los locales de los negocios formales resultó que el 70 por ciento eran alquilados y el 29 por ciento propiedades de los dueños. Mientras que el 32 por ciento de los negocios informales eran propios y 55 por ciento alquilados; sobre los activos la encuesta arrojó que a medida que aumentaba el nivel de formalidad crecía su valor, sin embargo, el sector informal tiene más variedad de activos que los otros sectores.
En relación al financiamiento, independientemente del nivel de formalidad, recurrieron en gran medida a recursos propios para las inversiones, y los bancos privados eran una fuente crucial para los préstamos, especialmente para el 45 por ciento de las empresas del área comercial y para el 50 por ciento de los negocios formales.
A pesar del rol de la banca, los préstamos personales, de familiares o amigos también juegan un papel importante, en especial para los negocios informales.
El estudio concluye argumentando que los micronegocios operan en un espectro difuso entre formalidad e informalidad, cada uno con ventajas, desafíos y percepciones, y señala que las políticas públicas deben ser cuidadosamente diseñadas para considerar estas variaciones, ofreciendo apoyo específico y contextualizado para ayudar a estos negocios a prosperar y moverse hacia una mayor formalidad.
Por último, la clave es abordar los desafíos específicos que enfrenta cada segmento y ofrecer soluciones adaptadas a sus necesidades y percepciones particulares.