La ingobernabilidad si el PRD pierde

La ingobernabilidad si el PRD pierde

La estrategia de campaña del PRD, y del presidente Mejía, es vender la idea de que si pierden las elecciones, como lo vaticinan las encuestas serias, provocarían una situación de caos tal que, al favorito de las encuestas, doctor Leonel Fernández, se le haría imposible gobernar frente a un congreso dominado belicosamente por el PRD, que no perdonaría esa derrota electoral.

El pasado sábado en Miami modificó esta estrategia y admitió que podría reconocer el triunfo del PLD a media hora de producirse.

Además, como ha sido la tradición del PRD cuando se encuentra en la oposición, estarían provocando un estado permanente de agitación con huelgas en la capital y los pueblos. También demandas al por mayor y al detalle, de forma tal que ese clima tan atractivo que ha estimulado el auge del turismo, se derrumbe frente al odio de un partido que se creyó dueño del poder para usarlo a su mejor manera, desangrando al país, y empujándolo, como lo han hecho, a la pobreza, por su desacertada administración económica y a sus enormes afanes de enriquecimiento con el uso dispendioso de los recursos estatales.

El PRD, quiere llevar al sentir de la gente, de que ellos son los únicos que podrían frenar cualquier intento de ingobernabilidad, que ellos mismos provocarían, en caso de verse desplazados del poder. Desde ya esparcen la idea de que al país, lo mejor que le puede pasar, es que ellos continúen destruyéndolo, pues de otra manera, las penurias y las angustias serían peores a las vividas hasta ahora bajo su desacertada gestión, en que solo sobresalen los grandes escándalos de corrupción.

El presidente Mejía ha sido muy tenaz en propagar que la ingobernabilidad se haría presente si pierde sus aspiraciones reeleccionistas, amortiguada por sus declaraciones de Miami, ya que al verse en tan mala posición electoral frente al repudio generalizado de la población, pretende venderse como el único que lo podría hacerlo mejor si se la da una nueva oportunidad, y esto lo acompaña con la amenaza de hacer la vida imposible a un gobierno que no sea del PRD, que aferrado como garrapata al poder, por haber disfrutado plenamente del mismo, consideran que no pueden ser desplazados.

Los dominicanos tenemos la firme convicción, de que el ejercicio democrático del poder, es la única forma de hacer valer los derechos. Por eso esperamos con calma estos 30 días que faltan para acudir a las urnas, de forma tal, que todos manifestemos nuestros sentimientos ante una situación económica, social y de incertidumbres, que ha hundido al país en la desconfianza. Tan solo vemos aventureros que anuncian que traerán millones de dólares para que les paguen los 60% de interés que ofrece el Banco Central en sus certificados, como si aquí se aceptarían tales propuestas a sabiendas que las mismas son meramente especulativas de alguien que quiere aprovecharse de sus relaciones políticas con un gobierno que desprecia el patrimonio nacional.

La ciudadanía está consciente de que las altas instancias del PRD y del PPH harán lo imposible para instaurar la ingobernabilidad a partir, no del 16 de agosto, sino del 17 de mayo, al ver que han perdido las elecciones de forma que el caos y el desasosiego se aposente en todos los pobladores del país, ya de por si traumatizado frente a una gestión gubernamental que ha hecho crecer la pobreza de manera alarmante. El Gobierno ni se entera y a la vez han reducido de forma alarmante los índices de crecimiento, que en el 2000 eran superiores al 8%, a menos del 1%, como ocurrió el pasado año. Mientras el índice inflacionario superó el 40% en el 2003, y en estos tres meses del 2004 revelan la tendencia de aumento, que unido al afán de recargar más la carga fiscal de la población, pretenden que los $11 mil millones de pesos, que se recaudan mensualmente, no resulten suficientes para saciar su voracidad por recursos, que en el resto del mes, y en los próximos 15 días de mayo, son indispensables para ver si pueden convencer a la población de que voten por la candidatura perredeista a expensas de un despilfarro de recursos, que ellos creen, no tendrán sanción legal en un momento dado de la futura historia.

Se amenaza al país con la ingobernabilidad, pero la sensatez deberá prevalecer en las mentes calenturientas de quienes no quieren verse desplazados del poder. Y si tal cosa llegara a vías de hecho, la ciudadanía respaldaría cualquier acción cívica, para devolverle la tranquilidad al país, y rescatarlo de manos de un partido que solo ha sabido dilapidar recursos, enriquecer a muchos de los miembros más connotados y hundir al país en la pobreza y llevarlo a la inseguridad con aumento de la violencia y de los asesinatos extrajudiciales por parte de la Policía Nacional.

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