La insalubridad amenaza comunidades de Barahona

La insalubridad amenaza comunidades de Barahona

POR ALTAGRACIA ORTIZ
JAQUIMEYES, Barahona.- La pobreza, el abandono y la insalubridad en que viven moradores de numerosas comunidades de la provincia de Barahona constituyen una fuente permanente de enfermedades e insalubridad.

La pobreza de esas y otras comunidades cuyos moradores están en condición de damnificados data de muchos años, pero la tormenta  tropical Noel la puso al descubierto.

Mujeres que no se han enterado que existen métodos anticonceptivos para espaciar los hijos y hombres que viven de lo que consiguen día a día son la constante de las familias de este  municipio.

Muchos hombres del municipio de Jaquimeyes trabaja en los conucos, las mujeres venden algunas viandas, leche y se dedican a la crianza de cerdos, gallinas y otros animales.

Niños descalzos, desnudos y con los pies llenos de lodo es parte de la realidad familiar.

-¿Por qué no te pones unas botas? preguntó el secretario de Salud Pública a un niño que ayudaba a su familia a limpiar su casa. “Es que el lodo lo dañó todo”, contestó el pequeño.

“Aquí las condiciones están listas para que se desarrollen otras enfermedades”, afirmó un médico salubrista.

Los médicos  salubristas y epidemiólogos tienen una situación delicada de salud en el país, tras el paso de la tormenta Noel.

Para los epidemiólogos, la razón de ser de toda la insalubridad que se vive en los barrios de la provincia de Barahona es la pobreza a que han sido sometidas por años esas comunidades.

OTRAS POBREZAS

La falta de comida, el lodo y la insalubridad no son la única pobreza que abunda en Jaquimeyes, El Peñón y el barrio La Q. La falta de información, los bajos niveles de escolaridad y la falta de liderazgo comunitario se han puesto en evidencia.

Tan dura es la situación de pobreza, precariedad y desnutrición en que viven muchas familias que a más de un médico de los que han ido a prestar servicios se les ha visto llorar.

En Jaquimeyes se vio trabajar con dureza al síndico de ese municipio, Celio Manuel Matos Matos y la directora regional de Salud, Amelia Figuereo.

En las comunidades en donde persisten los refugios se registran enfermedades de la piel, gástricas y vaginales.

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