La intención de Hugo Chávez

La intención de Hugo Chávez

SAMUEL SANTANA
¿Hasta dónde llegará el presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, abriéndose frente no sólo contra Estados Unidos, sino contra mandatarios de América Latina y del Caribe, aparte de lo que ocurre a lo interno de su propio país? De los presidentes de América Latina, Chávez es el que capitaliza y patrocina en estos momentos la relación más tormentosa en términos diplomáticos.

La crónica de sus enfrentamientos viene desde muy lejos.

Todo comenzó con su propia introducción a la vida política, al sufrir la mutación de un militar al servicio del Poder Ejecutivo, a querer el mismo asumir la dirección de su país pero a través de un golpe de Estado.

Desde entonces su relación con Estados Unidos ha sido picante.

Y más cuando decidió candidatearse como Presidente de Venezuela.

Desde que llegó al poder, las intrigas y las luchas internas y externas no han cesado. El tuvo que sufrir el mismo sabor amargo de la receta que le aplicó a Carlos Andrés Pérez.

En estos momentos el presidente del Perú, Alejandro Toledo, manifiesta un desacuerdo con su homólogo.

El presidente venezolano quiere predisponer a toda la Comunidad Andina de Naciones contra George Bush, por entender que el Tratado de Libre Comercio firmado con Colombia y Perú lo único que hace es sepultar la integridad del bloque andino.

Dice Toledo, en unas declaraciones publicadas en BBC Mundo, “me cuesta trabajo pensar que él quiera desintegrar, desmembrar a la Comunidad Andina por la cual hemos trabajado intensamente”.

Chávez ha manifestado, incluso, su intención de abandonar su relación con la comunidad andina antes que tener que pertenecer a algo en lo que está Estados Unidos metido.

Es cierto que en América Latina hay toda una izquierda que avanza, pero todo parece indicar que su eje motivador es el mismo Chávez. Es como si él refrescara y encarnara la euforia de otrora hacia un líder como Fidel Castro en Cuba con su comunismo.

No todos los presidentes de la zona han tenido el valor y el coraje de enfrentarlo al mostrar su desacuerdo en algunos asuntos, tal como lo acaba de hacer Toledo. Evo Morales parece ser uno de los que se sienten encantados y a gusto con esta línea.

El mismo Fidel Castro ha sentido el alma llena de satisfacción al ver que hay otro presidente latinoamericano que comulga tan de cerca con él.

La amistad de Chávez con Fidel es tan íntima que en Miami se han burlado del viejo caudillo al llegar hasta él con la voz imitada y grabada del presidente venezolano.

Chávez no sólo ha querido ser grande en su propio país, sino que quiere hacer brillar toda su hegemonía por América Latina y el mundo. Se recuerda los viajes realizados por él por los países árabes en busca de solidaridad y fuertes relaciones.

Pero hay dos elementos cruciales que batallan en su contra.

El mismo percibe que su principal enemigo es Estados Unidos. Y esto así porque la gran potencia le ha llevado la contra en todo tiempo debido a que quiso labrar su liderazgo rompiendo el orden institucional.

Se trata de una cualidad que Estados Unidos pasa por alto sólo cuanto las conveniencias son valederas.

Y como no hay posibilidad de concordancia en su carrera política y en su relación con Norteamérica, Chávez mantiene su animadversión contra el Tío Sam. Tampoco Estados Unidos ha bajado la guardia.

Recientemente el vicepresidente de Venezuela ha hechos unas declaraciones que, por lo visto, indican que la situación está al rojo vivo con el caso del embajador y la relación con Irán.

El problema, tal como hemos visto, es que todo lo que se relacione con la potencia mundial sufre la misma consecuencia. Por esto México estuvo en su mirilla.

Ya en dos ocasiones República Dominicana ha sido blanco de las sospechas del mandatario venezolano.

Primero se granjeó una fuerte enemistad con el entonces presidente Hipólito Mejía por la sospecha de que desde este país se fraguaba un atentando en su contra. Y eso nos cerró puerta al mercado petrolero de Venezuela.

La sospecha vuelve a ser retomada con la presencia de militares y equipos norteamericanos apostados en la zona sur del país.

Creo que Chávez podría lograr más a favor de su país y de América Latina si adopta una actitud más comprensiva, de menos confrontación y más abierta a la realidad internacional.

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