La interpretación de problemas

La interpretación de problemas

El primer paso para resolver un dilema se llama representación de problemas, que significa interpretar y definir el problema. Resulta tentador adelantarse e intentar resolver el problema tal como se presenta, pero este impulso, con frecuencia, conduce a soluciones erróneas. Por ejemplo, si su negocio sufre pérdidas económicas, usted se puede detener a pensar cómo reducir los costos. Pero si define el problema a la limitada solución de reducción de costos, descarta la posibilidad de que el problema esté en otro aspecto que le permita evitar que siga perdiendo dinero.

Estos son problemas difíciles, porque se suelen representar de manera que parece imposible resolverlos. Y más aún, mientras se persista en un mismo bloque conceptual, lo que provoca incapacidad para resolver el problema.Si el problema se representara de manera distinta, la solución se volvería obvia casi de inmediato; porque cuando el problema se presenta diferente, la solución se vuelve mucho más fácil.

Otro aspecto de la interpretación de problemas es decidir a qué clase o categoría de problemas pertenece. La categorización apropiada de un problema proporciona indicios de cómo resolverlo. De hecho, una vez que se categoriza un problema de manera apropiada, su solución puede llegar a ser tan fácil como hacer dibujos con números.Sin embargo, es importante señalar, que las personas hábiles para resolver problemas en realidad solo son muy hábiles para interpretarlos y representarlos de manera eficiente. Lograr destrezas en cualquier ámbito, en gran medida, consiste en incrementar la capacidad para representar y categorizar problemas de forma tal que se puedan resolver más rápido y con mayor eficiencia.

Una vez que se interpreta un problema de manera correcta, el siguiente paso consiste en seleccionar la estrategia de solución más apropiada para el problema. Cuando trate de encontrar la mejor estrategia, debe seleccionar de entre un amplio conjunto de posibilidades.

Quizás es evidente cómo se pueden usar varias estrategias para resolver problemas. No obstante, en la vida real, la solución de problemas suele atorarse y nos volvemos incapaces de llegar a una solución, o conseguimos una solución ineficiente.

La resolución de problemas se ve afectada por muchos aspectos diferentes. Uno de estos factores es el nivel de motivación, o la activación emocional. El estado óptimo de ejecución, en la resolución de problemas se logra a niveles intermedios de excitación o activación.

Además, mientras más compleja es la tarea para la resolución de problemas, menor es el nivel emocional que se puede tolerar sin interferir con el rendimiento. Por lo general, debemos inyectar cierto flujo de excitación para motivarnos de manera apropiada para resolver el problema; sin embargo, la sobreactivación puede dañar nuestra capacidad para encontrar la solución.

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