La intervención de EU de 1965 fue un hecho trágico y grosero

La intervención de  EU de 1965 fue un hecho trágico y grosero

Al cumplirse hoy un aniversario de la ocupación militar de 1965 de los Estados Unidos, los historiadores Roberto Cassá y Juan Daniel Balcácer insistieron en que se trató de un hecho trágico y grotesco que frenó los esfuerzos y anhelos por instalar una verdadera democracia y las bases de una sociedad avanzada.
Al estallar el 24 de abril del 1965 una revolución cívico-militar que buscaba la restauración en el poder del profesor Juan Bosch, quien había sido derrocado en el 1963, se produjo una invasión de los Estados Unidos para frenar el avance que habían logrado los constitucionalistas.
Para Cassá la invasión de las tropas de Estados Unidos del 28 de abril del 1965 fue el resultado de la negativa a que se produjera un proceso democrático en la República Dominicana no solo en el aspecto político, sino en lo social.
Entiende que para Estados Unidos cualquier proceso de ese género equivalía al dominio del comunismo representado principalmente en ese entonces por la Unión Soviética.
Señala que en realidad en el país no estaba planteando hacer una revolución socialista y los norteamericanos lo sabían, pero ellos temían cualquier pérdida de control sobre un país neurálgico en materia de geopolítica imperial como la República Dominicana.

“De manera que con esta invasión se frustró el anhelo de los sectores avanzados de la sociedad de que se produjeran cambios sustanciales puesto que la invasión no fue más que el preludio del mismo reordenamiento histórico de dominio de minorías por medios no democráticos”, expresó Cassá.
Apunta que cuando se produjo la invasión había un sector en Estados Unidos que apostaba al retorno al poder de Joaquín Balaguer con quien había iniciado conversaciones.
Recuerda que Bosch ganó la Presidencia por inmensa mayoría y fue derrocado por un sector militar que contó con apoyo de grupos de retrógrados de los Estados Unidos que propiciaron la asunción del poder de un triunvirato “antipopular, represivo e ilegal”.
“Esta fecha representa un momento trágico para la suerte de la nación dominicana”, acotó Cassá, quien es director del Archivo General de la Nación.
Una grosería. Mientras que Balcácer apunta que esta segunda intervención militar, ordenada por el presidente Lyndon Johnson, se produjo para evitar que las fuerzas constitucionalistas, que habían derrocado el gobierno de facto de El Triunvirato, y demandaban el retorno de Bosch y la Constitución de 1963, fue una grosera intervención de los Estados Unidos en los asuntos domésticos de la República Dominicana.
“Los militares y civiles constitucionalistas, con apenas cuatro días de haberse levantado en armas, ya se encontraban en una posición superior frente a las fuerzas leales al viejo orden, y con el argumento de que el movimiento estaba infiltrado por comunistas, los norteamericanos decidieron ocupar militarmente la ciudad de Santo Domingo. Con esa acción detuvieron el avance victorioso de los constitucionalistas y permitieron que las tropas leales a los golpistas de 1963 se reorganizaran y tomaran control de la parte norte de la ciudad”, señaló Balcácer.

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