La isla artificial, o Barataria

La isla artificial, o Barataria

CHIQUI VICIOSO
1.-En 1984, un grupo de malos dominicanos decidió importar, mediante la Ley 318, desechos tóxicos para Oviedo y Montecristi, pero como yo no soy de esas provincias no me importó.

2.-En 1986-87, otro grupo de malos dominicanos trató de importar desechos tóxicos de productos farmacéuticos, pero como yo no estaba enferma no me importó.

3.-En 1986-7, malos dominicanos intentaron sustituir nuestros bosques de alta montaña por bosques de eucalipto, camuflajeando el proyecto como un esfuerzo de reforestación, para suplir la producción de papel de los Estados Unidos, pero como yo no estaba interesada en los bosques no me importó.

4.-En 1997, mediante la Ley 319, se trató de reducir las áreas protegidas del país de un 18 a un 9%, pero como yo vivo en la ciudad no me importó.

5.-En 1997 se intentó cederle, por cortesía, a los más tacaños de los europeos, es decir, a los ingleses, y a los más brutales (recordar Las Malvinas), los bancos de La Plata y La Navidad, unos cincuenta mil (50,000) kilómetros de reservas minerales en el mar, pero como no soy parte de la industria nacional pesquera, o minera, no me importó.

6.-En el período 2000-2004 se intentó vender el terreno de Bahía de las Aguilas, 8.2 kilómetros de playa y 22 kilómetros circundantes, pero como no soy de esa zona no me importó.

7.-Después llegó lo del rockash en el 2004, curiosamente un 27 de febrero, pero como no soy de Montecristi, Manzanillo o Samaná no me importó que miles de dominicanos y dominicanas se puedan morir de cáncer.

8.-En 1995, comenzó la discusión sobre la privatización de las aguas, y como tengo que comprar unos diez botellones al mes levanté una ceja.

9.-Ahora, llega el proyecto de la isla artificial, o Barataria, aquella donde Sancho Panza podía soñar con ser el rey de la modernidad, sólo que ya conocemos la experiencia de Nassau y su isla artificial «Paradise Island», construída frente a su bahía por un sudafricano que escapó con su capital la caída del apartheid. Una isla «Paraíso» donde sólo pueden cruzar el puente los bahamenses que tienen carnet como trabajadores de servicio (cocineras, lavanderas, niñeras, electricistas, plomeros), porque los apartamentos sólo se venden o alquilan a extranjeros y lo que impera es la segregación del capital; isla «Paraíso», y su gigantesco hotel Atlantis, hoy convertida en un infierno de odio racial y económico, que además le costó al gobierno que garantizó los préstamos para su construcción la expulsión del poder, por una airada reacción del pueblo de las Bahamas.

10.-Y, como vivo en la Zona Colonial y necesito la vista del mar, su olor y sus barcos matutinos, ahora me importa y reacciono contra todas mis culpables indiferencias, recomendándole al Presidente Fernández tres cosas:

a) Abstenerse de nombrar a secretarios de Estado sin Cartera, que luego puedan necesitar maletines.

b)Mandar a fabricar en Puerto Plata (con una vasta experiencia en la lucha por preservar su chocolatera contra la voracidad de los inversionistas en bienes raíces) pequeñas islas de chocolate con que saciar la ambición de los promotores de este proyecto.

c)Regalarle a todos sus secretarios de Estado la última versión de Don Quijote, para que aprendan sobre la ingenuidad de Sancho Panza; y una copia del famoso poema de Brecht sobre la indiferencia, la cual siempre termina abaratando la existencia, y ni hablar de la moral y ética ciudadana, y la credibilidad gubernamental.

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