La isla y el foro
RD tiene posiciones bastante buenas en “infraestructuras”

<STRONG>La isla y el foro</STRONG><BR>RD tiene posiciones bastante buenas en “infraestructuras”

El “Reporte de Competitividad Comercial 2012-2013” del Foro Económico Mundial revisa la situación de 144 naciones en su capacidad para producir bienestar.

Estas naciones son posicionadas desde el 1 (el país líder) hasta el 144 (el país de peor puntaje), de modo que los países que sacan puntaje bajo son los mejores, y los que sacan países altos son los peores. Las grandes naciones de Europa, por ejemplo, tienen puntuaciones bajísimas en la mayoría de los renglones, mientras que los países africanos tienen las puntuaciones más altas. Esto nos permite hacer un retrato de Haití y República Dominicana, las dos naciones que compartimos la isla.

En el renglón “calidad de las infraestructuras” tenemos la posición 96, que no es tan mala, mientras que Haití ocupa la posición 144, como ¡la peor del mundo! En “calidad de las vías” tenemos 96, y Haití, 144; en “calidad de puertos marítimos” tenemos 51, y Haití, 141; en “infraestructuras para el transporte” tenemos 41, y Haití, 144; en “asientos aéreos disponibles” tenemos 50, y Haití, 113, y en “calidad de la oferta eléctrica” nos ubicamos en la posición 130, y Haití en la 139. En otras palabras, RD tiene posiciones bastante buenas en “infraestructuras”, exceptuando la “oferta eléctrica” que es mala, mientras que Haití aparece en dos renglones como el peor del mundo.

En “macroeconomía” RD tiene un “Producto Doméstico Bruto” de U$5,639 contra apenas U$738 de Haití, a la vez que ocupamos la posición 82 (bastante buena) en cuanto a crédito-comercial-país, mientras que Haití tiene la posición 139. Ellos tienen, sin embargo, menor “inflación” que nosotros, y están mejor en “ahorro nacional”. En otras palabras, nuestra situación macro-económica se podría considerar entre ‘buena’ y ‘regular’, y la de Haití, muy mala.

En el renglón “instituciones” es donde sacamos las peores notas: en “desviación de los fondos públicos” nos subimos a la posición 142 (solo dos países peor que nosotros), y Haití en la 137; en “favoritismo en las decisiones gubernamentales” somos ¡los peores del mundo! (144), también peor que Haití (137); en “despilfarro del gobierno” ¡también somos los peores del mundo! (144), cuatro posiciones peor que Haití (140), mientras que en “fiabilidad de los servicios públicos” también tocamos fondo con 143, y Haití con 136. Estamos mejor que Haití en “mortalidad infantil” y en “esperanzas de vida”, pero peor en “calidad de la educación primaria” con 143, contra 139 de Haití, mientras que en “calidad en las matemáticas y ciencias” seguimos mal, con 142, también peor que Haití (130). ¡No hay duda, señores, e’ p’abajo que vamos…!

Pero, todavía hay más… para los técnicos del Foro los dos “factores más problemáticos para hacer negocio” que tenemos son: “corrupción” e “ineficiencia de la burocracia gubernamental”. Esto explica la intervención frecuente del embajador americano reclamando que enfrentemos corrupción e impunidad, mientras que un enviado del gobierno de Inglaterra acusó públicamente a los funcionarios dominicanos de macuteo, y que por estas razones sus empresarios tenían dificultades en venir al país. Fue por esto que “The Economist” se hizo eco del atolladero encontrado por el nuevo presidente.

Estas cifras obligan algunas conclusiones: 1) Haití ha mejorado algunos renglones, mientras que RD se está pareciendo a Haití en otros; 2) estamos mejor en “macroeconomía” y en “infraestructura física”, pero no tan bien en “nivel de inflación” y “ahorro nacional”, y, 3) estamos muy mal, ¡pero muy mal! en “institucionalidad”, pues somos, según el Foro, el peor país en “favoritismo en las decisiones gubernamentales” y en “despilfarro del gobierno”, lo cual significa que en ningún país, ni siquiera en el más atrasado del mundo, ha habido tanto “favoritismo” ni tanto “despilfarro” como en República Dominicana.

Lo que hace falta no son los “paños tibios” del “borrón y cuenta nueva”, pues se trata de algo grave, sino una “operación de emergencia” que castigue a los culpables y que impida que este cáncer nos consuma por completo.

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