La  izquierda que existe

La  izquierda que existe

El debate sobre la existencia o no de diferencias entre las matrices ideológicas de izquierda y de derecha, es relativamente viejo. Con pobre argumentación, en nuestro país, algunos niegan la existencia de la izquierda como expresión política, otros dicen que es falsa.

La izquierda no es sólo un concepto que nos remite a posiciones sobre los temas de igualdad ante la ley, los derechos de cada quien del disfrute la riqueza que produce, de los llamados derechos difusos, de la libertad de opinión y de opción de creencias religiosas o sexuales, de  minorías o mayorías nacionales o étnicas etc., que son valores.

La izquierda es también referencias a procesos revolucionarios pasados o presentes que gravitan en la mente de la gente. ¿Quién se olvida de la revolución francesa o de la comuna de París, o de las revoluciones China o cubana? Son hechos históricos que en los continentes donde esta se han producido, sin entrar en juicios valorativos sobre éstas, gravitan la cabeza de la gente. La actitud ante esos hechos  y ante los referidos valores define posiciones de izquierda o de derecha.

En nuestro país, en el debate sobre estos temas podemos identificar algunos equívocos, principalmente en las posiciones expuestas por Rosario Espinal y Eduardo Jorge.

La primera no niega que aquí exista la izquierda, sólo que dice que esta no se ha constituido en una referencia política con capacidad de incidir de manera decisiva en el sistema político, lo cual es verdad, pero no por eso se puede concluir que no exista. Su error no es manifiesto, es latente y el título del artículo lo evidencia.

En el caso de Eduardo Jorge, el equívoco es mayor, desconoce que Luis Gómez y con él muchos otros militantes de izquierda participaron en los espacios formales de discusión de la Constitución, otros participaron al margen de estos mecanismos y esta última opción de acción política no hacía falsa sus adscripciones a las referencias culturales e ideológica de izquierda, la cual, como bien dice Narciso Isa Conde, es diversa.

Constituye un equívoco no reconocer que, a pesar de que en la Constitución se negaron derechos sociales y difusos fundamentales, el debate muchas opiniones y posiciones de diversos sectores se produjeron desde una posición de izquierda, la cual ha sido protagonista principal en la cristalización de las principales conquistas democráticas de este país y se mantiene como un sentimiento vivo en sectores importantes del país, no solo en singulares personas públicas.

Esto se expresa en las ideas que promueven la participación política en diversos espacios locales, en iniciativas de inclusión social con proyectos que llevan a cabo muchas organizaciones de la sociedad civil, en las luchas por la defensa de los recursos naturales etc., que se inscriben en la perspectiva de los valores de izquierda muy diferentes a los de la derecha. Por lo que se puede afirmar la realidad de la nuestra izquierda, a pesar de las dificultades de darle un contenido político de calidad a las referidas acciones e iniciativas.

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