La izquierda: un balance ante sí

La izquierda: un balance ante sí

César Pérez

Un gran amigo y colega me preguntó: ¿por qué allá, y aquí no?, refiriéndose a la reciente victoria de la izquierda en las elecciones presidenciales en Colombia, agregando que en otros países esa corriente pare presidentes y aquí solo tiene un puñado de elegidos en el Congreso y en los gobiernos locales, tan exiguo que es prácticamente inexistente en esas instancias. Le dije que la respuesta no la tenía, pero que en sentido general se me ocurría que nuestra izquierda no ha hecho un necesario balance sobre los supuestos clásicos del marxismo, de lo que han sido las experiencias socialistas hasta hoy intentadas y fracasadas, además de las transformaciones económicas, políticas, sociales y culturales en el mundo actual, entre otros temas.

Desde diversas perspectivas del pensamiento político, varios pensadores de izquierda se han referido a esos temas.

Pero que aquí, la generalidad de quienes se reclaman de esa corriente, sobre todo los organizados en partidos y grupos, pareciera no haberse enterado. Algunos reflexionan honestamente sobre sus prácticas pasadas, pero no van a las cuestiones de fondo relativas al marxismo y a las experiencias del movimiento socialista. La concepción clásica del socialismo parte de los siguientes supuestos: 1°, el carácter histórico/ineluctable del derrumbe capitalista, 2°, un movimiento de la clase obrera que, 3°, asumiría la conciencia política que le aportaría el partido y 4° esta organización haría la revolución socialista como paso previo a la sociedad comunista.

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El derrumbe del capitalismo lo produciría la contradicción existente entre una producción cada vez más colectiva, como base del sistema, y la invariable apropiación individual de la riqueza socialmente producida. Eso produciría crisis periódicas e inevitables que terminarían en la quiebra de ese modelo de sociedad. El agente político capaz de provocar esa quiebra sería el obrero colectivo, cuyo nivel de conciencia lo cristalizaba la organización del partido, su partido, el cual establecería una nueva dictadura de clases, la cual establecería un sistema de productores libremente asociados que se apropiarían y distribuirían sin mediación alguna la riqueza producida. El comunismo.

Cierto es que el referido derrumbe no se ha producido, pero nada nos dice que, de cara al futuro, esto podría ocurrir. Si no ha ocurrido podría ser por el empequeñecimiento relativo y absoluto que ha sufrido la clase obrera debido a los cambios económicos y sociales producidos en los últimos tiempos.

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