La JAD crea el FONDAGRO

La JAD crea el FONDAGRO

JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ ROJAS
Desde hace varios años la banca comercial privada ha venido desestimando las solicitudes de préstamos hechas por empresas agropecuarias y forestales, aduciendo que la garantía de una finca o un predio forestal es un aval muy difícil de hacer efectivo cuando ocurra el incumplimiento por parte del deudor.  Se aduce además, que al no existir un seguro agrícola confiable, el alto riesgo de la inversión no está suficientemente respaldado por la propiedad en si, ya que usualmente los bancos comerciales no tienen un personal especializado en este tipo de negocio y por lo tanto, el valor real del inmueble es cuestionable en el mundo empresarial.

El Banco Agrícola de la República Dominicana (BAGRICOLA), es la  institución del sector público que acude, en la medida de sus posibilidades, en auxilio de los pequeños productores, especialmente los que se dedican al cultivo del arroz, elemento esencial de la denominada “canasta básica o familiar”.  Sin embargo, los fondos de esta institución siempre han sido insuficientes para satisfacer la enorme demanda de recursos, no sólo del renglón arroz, sino de otros cultivos que tradicionalmente había financiado el BAGRICOLA en época de bonanza.  Los productores en parte son culpables de esta descapitalización de la institución, ya que muchas veces su morosidad, azuzada por la politiquería, terminan por solicitar la condonación de la deuda, lo cual, cuando sucede -generalmente en tiempo de elecciones- contribuye a su iliquidez.

La reticencia de la banca comercial a prestar a los productores agropecuarios motivó a la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), a la creación de un Fondo Cooperativo para el Desarrollo Agroempresarial (FONDAGRO), el 24 de mayo de 2005, al amparo de la Ley No. 127 sobre Asociaciones Cooperativas y con los auspicios y supervisión del Instituto de Desarrollo y Crédito Cooperativo (IDECOOP).  Los agroempresarios han cifrado sus esperanzas en esta empresa cooperativista de ahorro, crédito y servicios múltiples para dar una respuesta contundente y expedita a las necesidades de financiamiento del sector agropecuario.

Con una filosofía ortodoxa, el FONDAGRO, cuyos directivos son socios de la JAD, han planteado desde sus inicios, auspiciar el ahorro entre sus miembros.  Para motivar a los ahorristas, el FONDAGRO pagará un interés con dos puntos por encima del que actualmente paga la banca comercial.  De igual modo, los préstamos que otorgue, también tendrán un diferencial de dos puntos sobre la tasa de interés vigente. 

Desde hace mucho tiempo la banca privada no pignora, ni cosechas, ni frutos depositados en almacenaje.  Esta operación se le dejó sólo al BAGRICOLA que con ciertas reservas la ejecuta, no sin antes tratar de agotar otros procedimientos más confiables, porque a veces el pignorado dispone de los bienes y la institución queda defraudada, ya que la mayoría de las veces, la tierra, el depósito y hasta los bienes, no son de la propiedad del que solicitó la pignoración.  Estas operaciones han sido generalmente apadrinadas por influyentes políticos o líderes del sector agropecuario protegidos por el partido político en el poder.

En el FONDAGRO se estimulará el hábito del ahorro, lo cual contribuirá a promover el desarrollo integral y la calidad de vida en el campo.  Todo esto acompañado, de una capacitación técnica y educación empresarial que le permitirá al productor ser más competitivo en el mundo en que desenvuelve sus actividades, ya que hasta ahora muchos asociados no han logrado la rentabilidad adecuada que les proporciona sus denodados esfuerzos para hacer parir la tierra.

La filosofía del FONDAGRO consiste, en dotar a sus asociados de los conocimientos esenciales para una autogestión empresarial cooperativista, que les permita a la larga ser un administrador exitoso de su propio negocio.  Todo esto redundará en el mejoramiento de la calidad de vida del socio y sus familiares, quien  podrá planificar hasta proyectos futuros orientados hacia la exportación, lo cual hará más rentable su explotación.

Saludamos el nacimiento del FONDAGRO, que sin lugar a dudas, por el personal que la integra y las metas ambiciosas que se han trazado sus diferentes directivas, se constituirá en una institución modelo y un verdadero  y permanente motor del desarrollo agroempresarial en la República Dominicana y quién sabe sino un patrón a imitar por otros países del área. La poderosa JAD con este apadrinamiento ha ratificado su condición  de estar a la vanguardia del sector agroalimentario.

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