La JAD une familia agro

La JAD une familia agro

En sus 25 años, la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD) ha logrado unificar a 160 mil productores congregados en 40 subsectores de la agropecuaria  y le ha hecho aportes a la producción agroalimentaria del país.

Durante ese cuarto de siglo, la institución ha jugado dos roles importantes, el de la innovación tecnológica y  representar los intereses de los sectores productivos agroindustriales ante las instancias públicas y organismos internacionales.

Sin embargo, la JAD no ha podido cristalizar un tercer sueño, el de que el sector agropecuario complete el proceso de unidad que  inició  esa institución para que  todos los sectores caminen en la misma dirección, que los diferentes gobiernos  puedan trabajar en una agenda común con los productores, tomando en cuenta el interés de éstos y de la nación.

Para eso, la entidad  trabaja en un plan de nación a 20 años, con la esperanza de que el Gobierno  y todos los sectores de la economía del país lo asuman.

Ese propósito tiene el interés de seguir contribuyendo a transformar, modernizar, diversificar y tecnificar el perfil del sector e influyendo en los cambios de actitudes de los productores para que piensen y actúen como agroempresarios.

Además, los aportes de la JAD incluyen el fortalecimiento de la organización de los productores, suministro de asistencia técnica, capacitación y entrenamiento, acompañamiento en los procesos de producción, manejo, buenas prácticas agrícolas, elaboración de propuestas de leyes y medidas que ayuden a mejorar el ambiente para los negocios agropecuarios, entre otras.

Servicios de la JAD

Esta institución  ha puesto en práctica una serie de programas que  benefician a productores y agroempresarios. Uno de estos es la asistencia técnica directa, cuyo fin es ayudar a solucionar los problemas productivos y de manejo de la post-cosecha.

Además preinspección y certificación fitosanitaria, manejo integrado de plagas que fue el primer programa nacional para buscar respuesta al problema de plagas y enfermedades que afectan cultivos de importancia económica, servicio de laboratorios; capacitación y entrenamiento, reforestación agroempresarial, apoyo a la agroexportación e inversión, respaldo a la comercialización, servicios de reformas políticas, inteligencia de mercados, formulación de proyectos de desarrollo agropecuario, y gestiones gubernamentales y congresionales.

Aportes de la JAD

Entre los aportes de esa institución a la agropecuaria, figuran promoción de cambios tecnológicos y diversificación agropecuaria, entrenamiento y capacitación, participación activa en las negociaciones comerciales defendiendo la producción local, consecución a la aprobación de la Ley de Rectificación Técnica, y de la Ley de Tasa Cero a las importaciones de insumos, equipos y maquinarias de uso en el agro, gestión de exención  del ITBIS a los productos agropecuarios y del pago por adelantado del 1.5% a las agroempresas, eliminación de la discriminación cambiaria a productos tradicionales, renegociación de la deuda agropecuaria por RD$4,500 millones, ejecución del proyecto Proagro en beneficio de 4,200 productores de Azua, Baní, Moca y Salcedo, y realización del proyecto de recuperación  ganadera en 11 provincias afectadas por el huracán Georges (1999-00).

Organización

Los socios de la JAD están organizados en comités sectoriales de trabajo, clusters o conjuntos productivos en las áreas de acuacultura, coco, arroz, agricultura orgánica, banano, avícola, insumos y maquinarias, cacao, ganadería de carne, ganadería de leche, café, caña de azúcar, tabaco, cítricos, tomate, comercio, vegetales, invernaderos,  cultivos menores,  plátano,  consultores, frutales, forestales, flores y ornamentales.

“Desde su fundación ha trabajado apoyando el aumento sostenido de la productividad, mejorando la calidad y procurando llevar a los agricultores a niveles más elevados de competitividad, ofreciéndoles asesoría en aspectos técnicos, comerciales y gerenciales”, dice el presidente de la JAD, Félix Alberto Rojas, al destacar la árdua labor de esa entidad en sus 25 años.

Explica que la gran contribución de la JAD es el haberse constituido en un punto de encuentro de la familia agropecuaria que estaba dispersa y sin una clara visión de su importancia y de sus aportes  al país.

El vicepresidente ejecutivo de la JAD, Osmar Benítez, expresa que uno de los   sueños  no logrados por  esa institución es  que haya mayor acceso de los agricultores al crédito bancario que le permita mejorar la competitividad, la tecnología y los procesos de añadirle valor a la producción primaria.

Además que los agricultores puedan tener sus títulos de propiedad deslindados para que sean sujetos de crédito.  

La JAD ha sido un elemento fundamental en la concertación de las diferencias  entre grandes, pequeños y medianos productores, suplidores y procesadores que discuten  en la mesa del diálogo amigable.

La cifra

126 millones de pesos.  Es el patrimonio económico de la Junta Agroempresarial Dominicana, que incluye el local propio, oficinas, edificio de laboratorios, salones de actos y área de recreación.

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