Danilo Medina es el candidato del PLD para las elecciones presidenciales de mayo 20-2012 y debe y tiene que superar una jalda escarpadísima, con barrancos profundos, pero tiene a su favor el gran temor difuso que cubre al país de retornar  al desastre del PPH 2000-2004 que es menester que todos impidamos.

El mejor aliado coyuntural y coincidencial de Danilo escalar el solio presidencial es que la ciudadanía en general, el hombre de a pie que sufrió el rigor de la carestía nunca vista de los alimentos básicos de la canasta familiar, concientice esa realidad que todos padecimos con gran estoicismo y rigor.

No hay excusas para el viejo ni el nuevo PPH intentar de justificar el sunami que afectó al país cuando manejó el barril de petróleo a US$45 y la prima del dólar trepó a 55×1, mientras en siete años del PLD posteriores el presidente Leonel Fernández manejó petróleo a US$147 barril y la prima nunca excedió en todo ese tiempo del 38×1.

En las dos administraciones sucesivas del presidente Leonel ni un solo banco ha quebrado, hay sobre-liquidez, hay sobreabundancia de beneficios bancarios, hay estabilidad económica inclusive elogiada por el FMI y nadie elogia a quien le presta y no cumple.

Claro que la jalda que Danilo tiene que trepar no es bajita,  ni cómoda. Tiene que lidiar precisamente contra la inflación y el costo de la vida, aunque no tan alto como cuando el PPH, y que ahora un sondeo de GALLUP-HOY vertido el 11-05-11 revele que preocupa a un 65.7% de los encuestados.

Los apagones mortifican a un 46.4% de los usuarios, aunque más de un 50% se roba el servicio.  La delincuencia tiene un termómetro alto percibida en un 46.2% falta de empleos, un 42.8% tráfico y consumo de drogas, un 19.8% falta de agua potable, un 16.1%, deficiencia educación 13.4%, corrupción 11.9%.

Ese sondeo es un plebiscito, unas elecciones anticipadas que en el ínterin de las finales, Danilo tiene que desglosar su programa de gobierno en base a estos señalamientos y premuras de la masa electoral.