La decisión de la Junta Central Electoral (JCE) de recurrir a las actas del Congreso para definir el arrastre entre diputados y senadores es preocupante y no tiene ninguna base legal que caería en violación a la Constitución.
Está claro que la Ley Electoral 15 -19 en su artículo 92 establece que son cuatro niveles y por ende la elección es directa para el Senador, por lo que pone en duda la acción de las autoridades de la JCE al solicitar al congreso las actas para definir si el arrastre va o no.
Con esa actitud la JCE está violando la recién aprobada Ley Electoral que mucho tiempo duro (18 años) para hacer aprobada y de ser violada esta ley iniciaría una crisis preelectoral que no tendrá precedente.
Los tiempos son distintos, la comunicación a través de la tecnología es amplia y las informaciones fluyen rápido, la población de República Dominicana hoy este más enterada de los hechos, por lo que se hacen participé en cada noticia que surge en el país.
El liderazgo político opositor está obligado a tomar decisiones que vayan en procura de mantener una institucionalidad fuerte, que hoy está amenazado y se evidencia en el accionar del gobierno que no respeta los reglamentos de Consejo Nacional de la Magistratura y la intromisión a los poderes del estado.
La advertencia que hace el arzobispo metropolitano de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria, que en el país vamos camino a una dictadura, es un llamado que hace a todos los sectores para que pongan atención ante la falta de independencia de los poderes del Estado.
La sociedad dominicana tiene que exigir al Gobierno una postura que reafirme su compromiso con la democracia y el Estado de derecho garantizados en la Constitución de la República.
El rol de la JCE está en tela de juicio, como árbitro electoral imparcial debe mostrar seguridad en sus decisiones y no estar requiriendo un informe bicameral para el tema del arrastre, lo que pone en evidencia sus debilidades para dirigir proceso del 2020.
La JCE no necesita de las actas del congreso para definir lo del arrastre, le basta con la Constitución de la República que de manera inequívoca dice que los Senadores son electos por voto directo.