La Joya, en Santiago, nunca se olvidará de su gran hijo: Radhamés Gómez Pepín

La Joya, en Santiago, nunca se olvidará de su gran hijo: Radhamés Gómez Pepín

Santiago, la Joya – En este solar era donde estaba construida la casa donde nació Radhames Gómez Pepin. Aurelio Hernández Alvarez vecino de Radhames nos hablo un poco del mismo. HOY/Nelson García.

Santiago.-Para viejos amigos, vecinos y moradores del sector La Joya de Santiago, donde nació y vivió gran parte de su juventud Radhamés Gómez Pepín, director del periódico El Nacional, el destacado periodista siempre quedará en su memoria como el hombre solidario y forjador de ideales que exhibió con mucha sencillez.

Para su compadre Yoryi Pérez, quien por más de 40 años ha trabajado para varios periódicos, hablar de Radhames Gómez Pepín es muy difícil.

Entre sollozos dice que esa hermanad la tuvieron siempre desde jóvenes, indicando que era un grupo de amigos que se juntaba a hablar y a tomar tragos.

“¡Qué vaina, compadre!, era una expresión clásica de él y cuando lo nombraron en El Nacional me dijo un día: dígale a todos los amigos, que si hacen algo malo, lo voy a publicar, dígaselo porque yo voy a decir la verdad aquí”, indicó.

También expuso que después que comenzó a tomar más en serio su trabajo dejó de tomar y él también.

“Nos criamos juntos en la avenida Hermanas Mirabal y crecimos unidos y siempre había tiempo para leer, estudiar y beber unos tragos, pero llegó un momento en que dejó de tomar y yo también, imitándolo a él y tengo que decir que era un ser humano excepcional, con una educación innata y una pasión periodística autodidacta”, observó.

Aurelio Hernández Álvarez lamentó la pérdida de uno de los vecinos tradicionales de este entorno, quien era una figura de mucho respeto.

Manifestó que a Radhamés y a un tío de él, que eran inseparables, les llamaban “los muchachos de la avenida”, porque siempre andaban juntos y en sus conversaciones siempre habían temas muy interesantes como de novelistas e historiadores.

“Yo era más pequeño y cuando ellos se juntaban en el parque a conversar había que escucharlos atentos porque eran temas profundos. Vivían discutiendo temáticas muy diferentes a las que se tratan hoy. Puedo decir que la primera vez que oí hablar de José Ingenieros y otros grandes escritores fue a través de ellos”, explicó Hernández Álvarez.

Subrayó que era muy activo y dinámico y que siempre tuvo una buena relación con su familia. “Llegó a escribir sobre varios personajes del barrio, también sobre mi tío que lo mataron en la revolución. Había una buena relación entre nuestras familias, una tía mía también era muy amiga de los hermanos de él”.Relató que a través de El Nacional

asumió muchas luchas, sobre todo por la escuela del Matadero, que ya la quitaron, y otros problemas de La Joya que hizo suyos sin que nadie tuviera que llamarlo.
Moisés Luna hijo, quien lo considera como su hermano, dijo que compartió con Gómez Pepín toda una infancia muy hermosa.

“Nos tratábamos como hermanos. Apreciaba este barrio y siempre fue educado. El venía mucho aquí cuando estaba sano y enfermo: era muy amable y decente”.

“Yo siempre estaba en el colmado y él venía a comprar. Siendo el director de El Nacional llegó a venir aquí y hasta escribió una columna sobre mi padre Moisés Luna, que fue su gran amigo, hermano inseparable. Nunca orgulloso, siempre conservó su esencia”, dijo.

Cuenta don Moisés que Radhamés era tan amante de sus raíces que venía a su casa aunque estaba destruida porque, al estar sola, unos haitianos se habían metido en ella. Por eso, cuando venía de Santo Domingo se sentaba en un banco del parque de la Hermanas Mirabal, frente al solar de la casa, a observarla.

“Era frecuente que él viniera los fines de semana y sentara frente a la casa a mirarla y a pensar. No sé lo que pensaba, pero sí duraba mucho tiempo observándola. Saludaba a todo el mundo que pasaba y luego se iba al cementerio de la 30 de Marzo a la tumba de sus padres. Hasta después de que tuvieron que derrumbar la casa porque se metían los haitianos y realmente la estaban destruyendo, hacía lo mismo”, dijo.

Explicó que hasta cuando no pudo caminar, venía en su yipeta con un chofer y pasaba por el frente, muy despacio.

“Cuando no pudo ya venir solo, venía con alguien manejándole la yipeta y sentado en la misma, me mandaba a buscar para que lo saludara y siempre me preguntaba lo mismo, ¿Cómo está el barrio?, ¿Todo bien por aquí?, ¿Algún problema? Realmente nunca se separó de sus raíces y ese amor incondicional por su madre, fue insustituible”, dijo don Moisés con los ojos humedecidos.

ZOOMSobre Radhamés

 

Nació el 14 de diciembre de 1927 en Santiago. Fue el primogénito del matrimonio de Ramón Gómez y Ana Pepín de Gómez. En 1941 ingresa al Seminario Menor Padre Fantino Falco del Santo Cerro, La Vega, que abandonó dos años después para retomar los estudios en la Academia Santiago. En 1945 abandona el bachillerato sin concluir el cuarto en ciencias físicas y matemáticas e ingresa en la Aviación Militar. Disgustos con un superior le llevan a solicitar la baja. En 1951 comienza a trabajar como reportero de La Información. En 1955 se traslada a Santo Domingo para laborar en El Caribe. Ocupó cargos en el Listín Diario, El Sol, la revista ¡Ahora!, La Noticia, Radio Comercial y El Nacional.

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