La joya termal de Santa Teresita en Guatemala

La joya termal de Santa Teresita en Guatemala

EFE.  Reportajes. Anclado en una montaña del municipio de Amatitlán, a 30 kilómetros al sur de la capital de Guatemala, Santa Teresita fue el primer balneario fundado en este país. Con más de cincuenta años, ahora, con remodeladas instalaciones, pretende ser pionero en turismo sostenible de salud.

La obra la inició allá por 1950 Eugenio Godoy, a quien luego de varios viajes por Europa, le surgió la idea de hacer un balneario en forma de barco, por lo que forró con piedra parte de una montaña y con mucho hierro levantó un centro turístico al que le puso el nombre de su mamá, explicó a Efe Reportajes el director administrativo de este centro, Víctor Urbina.

“La infraestructura tiene muchísimo hierro, por lo que no ha sido afectada por ningún fenómeno natural”, incluido el terremoto que el 4 de febrero de 1976 arrasó y causó muerte y desolación en gran parte del territorio de Guatemala, donde se calcula que destruyó dos terceras partes de este país centroamericano.

El huracán “Mitch”, en 1998, inundó completamente el primer nivel, las bodegas, el estacionamiento de vehículos, los pozos y talleres del balneario, y se tuvo que cerrar el centro durante once semanas, periodo que duró la limpieza con la ayuda del gobierno, y adoptaron nuevas medidas en prevención ante nuevas tormentas, apuntó.

Según Urbina, la erupción del volcán de Pacaya y el paso de la tormenta tropical “Aghata”, en 2010, sólo afectó a las piscinas y a los drenajes, que sufrieron los efectos de la crecida del Río Michatoya, pero una semana después el balneario estaba de nuevo listo.

Las claves

1.  Profundidad

Las aguas termales de Santa Teresita provienen de filtraciones de vertientes profundas del Volcán de Pacaya lo cual, desde su construcción, ha procurado muchos beneficios naturales y saludables para sus visitantes, sostiene el director administrativo Urbina.

2.  Turismo sostenible

“El turista sostenible es de edad avanzada y está dispuesto a gastar más que el visitante tradicional, porque es consciente de que se debe mantener el equilibrio entre el medio ambiente, lo sociocultural y lo económico, lo que resulta más rentable para la empresa que presta el servicio, porque también genera más empleo”, refiere Ana Echeverría, coordinadora de la Comisión de Turismo Sostenible.

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