La lactancia en público, una práctica que no deja indiferente

La lactancia en público, una práctica que no deja indiferente

Washington, (EFE).- Al celebrarse la Semana de la Lactancia, las autoridades médicas de EEUU aprovechan para promover un hábito de reconocidos beneficios para el bebé pero cuya práctica en público levanta aún una enorme polémica entre quienes lo defienden como un derecho y quienes lo ven como algo obsceno.

Desde el pasado lunes y hasta el día 7 se celebra en unos 170 países la Semana de la Lactancia que, a través de la Declaración Innocenti, firmada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef en 1990, busca subrayar los beneficios que tiene para la salud el dar de mamar.

La Liga Internacional de la Leche, que reúne a madres pro lactancia de más de setenta países, reclama el amamantamiento como un «derecho constitucional» en EEUU y denuncia que en algunas ciudades o estados se «segregue» a las madres al establecer lugares determinados para que den de mamar a sus hijos.

Mientras los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC, en sus siglas en inglés) exigen que los hospitales del país mejoren las ayudas a las madres para dar de mamar a sus hijos, las que lo hacen en público se encuentran con más de un detractor.

«Aunque hay una mejora en los hospitales respecto a las prácticas para ayudar a las mujeres en su inicio a la lactancia, tienen que mejorar mucho en este sentido. Si no es así, costará unos cien años que las madres que quieran dar de mamar a sus bebés encuentren hospitales adaptados a sus necesidades», advirtió en una rueda de prensa Thomas Frieden, director de los CDC.

Lo que se debería ver como algo natural, según sus defensores, resulta controvertido en ciertos estados y sectores sociales estadounidenses que, incluso, han tratado de legislar para castigar a las madres que den el pecho a sus hijos a la vista de los demás.

Es el caso de Forest Park, una localidad del estado de Georgia, donde hace unos meses el gobierno local intentó incluir en una ordenanza la prohibición de dar de mamar en público a niños mayores de dos años. «La prohibición estaba integrada en una norma contra la pornografía que quería imponer el Ayuntamiento de Forest Park, pero un grupo de madres lactantes se organizó a través de Facebook para evitar que eso ocurriese», dijo a Efe Caro Hendrix, una de las líderes de la Coalición por la Lactancia de Georgia. Decenas de madres lactantes se reunieron frente al Ayuntamiento para dar de mamar a sus hijos en grupo en protesta por la prohibición y lograron que la medida se desestimara.

Pero no sólo las propias madres son víctimas de los prejuicios de algunos sectores. Una empresa española de juguetes ya sufrió las críticas de los medios estadounidenses conservadores cuando, el pasado abril, comenzó a comercializar un muñeco que mamaba a través de un peto con dos dispositivos que hacían de pechos. El «Bebé Glotón», como se llama el muñeco, desató una serie de críticas por parte de algunos medios de comunicación de línea conservadora, entre ellas las del periodista de Fox News Bill O’Reilly, que lo tachó de «asqueroso, sexista y pederasta».

Algo similar ocurrió cuando la primera dama, Michelle Obama, quiso celebrar el aniversario de su campaña contra la obesidad, «Let’s move!» el pasado febrero reconociendo los efectos beneficiosos de la lactancia para los niños. Algunas congresistas conservadoras, entre ellas la ex candidata republicana a la vicepresidencia Sarah Palin, utilizaron los argumentos de la esposa del presidente como arma política y la acusaron de inmiscuirse en la vida privada de las familias.

Pero mientras persisten las críticas entre algunos sectores, en otros se trata de animar a las mujeres a que alimenten a sus bebés de la manera más natural posible. Incluso el Congreso de Estados Unidos, ante el aumento de la presencia de mujeres legisladoras, ha abierto en los últimos años cuatro salas específicamente destinadas a la lactancia materna en las instalaciones del Capitolio.

Ahora, nombres tan variopintos como la «Estación de la Lactancia», la «Factoría de la Leche» o el «Cubo Teta» dan personalidad a estos habitáculos en la venerable sede del Legislativo. Pero hoy por hoy la polémica está servida en Estados Unidos cuando se trata de mostrar el pecho, sea para alimentar a los niños o por un desliz.

 Si no, que se lo pregunten a Janet Jackson, a quien aún hoy se le recuerda el «mal funcionamiento del vestuario» que le hizo descubrir un pecho ante una audiencia de decenas de millones de personas cuando actuaba durante la final de la «SuperBowl», el torneo de fútbol americano, allá en 2004. EFE

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