La lección del indio

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BONAPARTE GAUTREAUX PIÑEYRO
El establecimiento de relaciones diplomáticas y consulares con India tiene estrecha relación con una herramienta que necesitaba el gobierno para continuar su engañosa política de eufemismos. Lo primero fue importar un instructor que les ha enseñado como aplicar el encantamiento de serpientes para engañar a toda la nación. Cuando el gobierno dijo que no crearía nuevos impuestos a los productos de primera necesidad, se trató de un rejuego con la verdad.

En una jugada de distracción que suponen genial, no impusieron, de manera directa, el Impuesto a las Transferencias de Bienes Industrializados y Servicios (Itebis) al café, al azúcar, a las grasas comestibles.

Pero ahora el impuesto a los productos de primera necesidad se aplicará, de manera tangencial, como de refilón, para que no se den cuenta, al imponer nuevos tributos y aumentar otros, a renglones que inciden directamente sobre el costo de la vida.

Por supuesto, el Presidente de la República y los “genios” que lo rodean, entienden que aprendieron bien las lecciones de encantadores recibidas de manera acelerada.

Hay que quitarles la careta. Hay que descubrirlos. Dicen una cosa y hacen otra. Juegan con la inteligencia de los demás. Entienden que ésta es una nación de idiotas con la que se puede jugar.

Abusan de la paciencia e intentan mantener el nivel de maniobras que les proporcionan altos ingresos fiscales, para seguir la política de hacer lo que le viene en ganas con los dineros públicos sin dar cuenta de cómo los gastan, los malgastan y los destinan a fines no confesados e inconfesables.

Olvidan, el Presidente de la República y sus “genios”, que como dijo Abraham Lincoln “se puede engañar a todo el mundo una vez, pero no se puede engañar a todo el mundo, todo el tiempo”

El Presidente de la República y sus “genios” piensan que vamos a comer gato por liebre, burro en salchichón y perro como chivo.

Olvidan que en este país, como dijo el presidente Ulises Heureaux “el más bruto del campo sirve para arzobispo” y hay ejemplos históricos.

El aumento del impuesto a los combustibles afecta el gas de cocinar, el transporte de carga, el transporte de pasajeros.

Dado que costará más llevar los productos a los mercados de consumo, se elevará el precio de los artículos de primera necesidad. Los comerciantes, duchos en el arte de ganar dinero de cualquier manera, ya aumentaron los precios antes de que se anunciara el nuevo golpe de los impuestos.

El Presidente de la República y sus “genios” han engañado al pueblo, han faltado a la verdad, han atentado contra la inteligencia de todos.

Juegan con las palabras y presentan espejismos verbales en un ejercicio inútil por continuar el engaño y la mentira con promesas demagógicas y ofertas que saben que no van a cumplir.

En una nueva burla a los intereses populares, el Presidente de la República anunció que van afectar el bolsillo popular con nuevos impuestos que aumentarán el costo de la vida.

Intentan olvidar que como dice el refrán: “el hablador y el cojo no llegan lejos sin ser descubiertos”.

Joaquín Balaguer hablaba de demagogos con caras de redentores.

La frase siempre será buena, lo malo es que encuentre a quién o quiénes aplicársela.

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