La Legión de Honor Francesa

La Legión de Honor Francesa

La Legión de Honor es la orden nacional francesa instituida por Napoleón Bonaparte en el 1802, para recompensar servicios militares y civiles. Cinta Roja. La elegante noche cuando el Lic. Rubén Silié recibió el honroso reconocimiento del gobierno Gales, la condecoración de Caballero de la Orden de la Legión de Honor impuesta por el  Gobierno de Francia, junto a otro intelectual productivo, el Dr. Marcio Veloz Maggiolo. No les puedo negar que en unos segundos vinieron a mi mente numerosos recuerdos de nuestra infancia feliz. Rememoré una Navidad donde la abuela Bibí, que él llevó unos versos, éramos muy jóvenes, ya despuntaba el intelectual. Cuando nosotros adolescentes, manejando el Buick verde de la casa nos fuimos a los Capri de la Noel a impresionar a unas damiselas, días después estallaba la revolución de abril, y empuñó el fusil para acompañar al Ministro de Educación, su padre.

Pero por encima de mis gratos recuerdos, esta su obra, sus investigaciones sobre el gran Caribe, sus publicaciones sobre la realidad dominicana, ellas son un testimonio,  son como las obras de los que asumen el compromiso ineludible de aportar.  Mal podríamos pretendernos -los Silié- ser un linaje “inteligente”, como nos dijera el embajador Fritz Cineas: “Ustedes son una familia de prominentes intelectuales que prestigian esta  sociedad”. Soy de  opinión, que más bien pudiéramos juzgarnos como una especie de -conciencia genérica-, yo creo que sí, con humildad, tenemos que admitir, que heredamos el legado de una prosapia, una estirpe de respetabilidad, con aportes sociales y conductas éticas, de un magisterio como oficio retórico, y de unas conciencias genéricas entrelazadas a comportamientos correctos, con un empeño secular por la mejor convivencia humana, en tercera generación, que es nuestra más preciada herencia, y que no podemos defraudar.

Tal como Rubén dijera en el discurso de agradecimiento: “los intelectuales no tomamos las decisiones, solo planteamos las soluciones”, de eso se trata en todas las sociedades. Pero lo que sí quiero enfatizar en este “conversatorio”, y como testimonio personal, es el hecho de que su vocación ha revestido la obra que ha aportado a la sociedad, de gran talento. Quizás pudo haber sido una “herencia-aprendizaje” dirigida a exprofeso por un educador de factura superior como fue su progenitor, el muy querido tío Fernando. Desde muy chico, fue un consagrado y esos aportes suyos a la -inteligencia dominicana-, tienen dimensiones que engrandecen.

Sabemos que es de los espíritus incontenibles cuando se refieren al aporte social, demostrado en toda su subsistencia, desde aquellos años juveniles con riesgo de su propia vida por su militancia en la izquierda romántica en años tenebrosos, sé bien que pertenece al grupo de los enemigos de la animalidad. No es sólo el privilegio que tuvo de formarse en la Sorbona parisina, haber sido Embajador Secretario de los Estados del Caribe y Embajador en Haití, o Rector de FLACSO. Implica un gran esfuerzo, pero debe acompañarse, de la mesura y humildad del hombre sabio, que es en él proverbial, por eso su obra tiene trascendencia. Hoy muchos corazones están felices, la tía Eridania, su compañera María Filomena, sus hijos, sus hermanos, toda la familia Silié.

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