MONTE LATA.  El alto costo del gas licuado de petróleo ha provocado que decenas de familias de esta provincia vuelvan a lo que para muchos se trataba de una etapa superada,  cocinar sus alimentos con leña y carbón.

Esta práctica pone en peligro el medio ambiente y los recursos naturales, pues se da como un hecho que en todas las comunidades de esta demarcación  las manos del hombre acudan a la tala de árboles de manera sistemática para hacer y comercializar el carbón.

En los últimos meses el Gobierno ha aumentado los precios de los  combustibles y, aunque en el caso del gas licuado de petróleo,  se mantiene congelado, para muchos hogares pobres  es inalcanzable.

En las últimas semanas en comunidades de esta provincia se ha visto  la instalación de fogones, lo que, según  lo expresado por algunas mujeres son utilizados como  alternativa por la carestía del carburante.

“El gas está carísimo y por eso hemos decidido buscar esta alternativa para cocer nuestros alimentos, pues con los pocos recursos económicos que entran a esta casa, se hace imposible seguir comprando el gas”, expresó la señora  Ramona Belén, quien reside en Batey Verde, antigua zona cañera de Yamasá.

La situación ha provocado que de nuevo se vean los puestos de venta de carbón en algunos establecimientos comerciales de esta provincia, así como personas con sus caballos ataviados de sacos del producto, transitar por algunas de las localidades.

“He tenido que instalar estas tres piedras para fabricar un fogón, ya que en honor a la verdad no tenemos dinero para comprar ese gas tan caro. Mi estufita está guardada, por si algún día se produce una rebaja importante en el precio del galón de gas, aunque todos sabemos que aquí en este país lo que sube no baja”, manifestó la señora Ana Beltrán.

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Preocupación

Para muchas personas e instituciones que se dedican a la preservación del medio ambiente y los recursos naturales, el retorno a cocinar con leña y carbón constituye una preocupación. La  tala de árboles se producirá de manera constante, dijeron Isidro Frías y Leonildo de Los Santos, dirigentes de la junta vecinos Doña Tingó, en el distrito de Hato Viejo.