La lenta transición de Cuba

La lenta transición de Cuba

POR RICHARD LAPPER CON NOTAS DEL EDITOR, 
JONATHAN WHEATLEY Y BENEDICT WHEATLEY

Lo que sorprende de la largamente esperada crisis de liderazgo en Cuba es la forma apacible en que se ha producido. Mientras el presidente Fidel Castro aparentemente se recupera sin contratiempos de una intervención quirúrgica estomacal, Raúl Castro, el ministro de la Defensa de 75 años, se ha movido sin ruido hasta los papeles ejecutivos principales.

Muchos de los deberes menores del presidente han sido pasados a una serie de figuras importantes, pero más jóvenes del Partido Comunista de Cuba (PCC). Entre ellos, Carlos Lage, de 54 años, el vicepresidente; Felipe Pérez Roque, de 41 y ministro de Relaciones Exteriores, y Francisco Soberón Valdés, el presidente del banco central, de 62 años. 

Hasta ahora no ha habido señales de problemas en las calles. Los cubanos, sencillamente no están respondiendo a los llamados de desobediencia civil de algunos, como Lincoln Díaz-Balart, el congresista cubano-americano de Estados Unidos y otros.

Como dijera Oswaldo Payá, el líder disidente, en una entrevista muchas personas se identifican con el gobierno y hay una atmósfera de cautela en las calles.

El pasado fin de semana, la Iglesia Católica, la única institución bien organizada, financiada adecuadamente y plenamente independiente en el país, dijo que sus seguidores deben orar por la salud del presidente, lo cual no es el tipo de gesto orientado a promover su potencial como un foco de oposición política. Además, las declaraciones del presidente George W. Bush y la secretaria de Estado Condoleeza Rice “de respaldo a un futuro de libertad para Cuba”, han tenido un sentido ritual, lo que quizás no sorprenda de una administración agobiada por tres crisis separadas en Oriente Medio. En todo caso, esos mensajes suelen bloquearse en Cuba, lo que limita su impacto.

Al mismo tiempo, en La Florida, el hogar de unos 800,000 norteamericanos nacidos en Cuba, las autoridades -como la guardia costera de EEUU- no brindan estímulos a los más radicales grupos del exilio que intentan lanzar flotillas de yates y aviones hacia Cuba. Los oficiales de Guardacostas dijeron que los navíos que intentaran hacer cruces ilegales serían detenidos y enviados a casa.

En verdad, el contraste entre la Cuba de 2006 y la Europa Oriental de 1989, cuando los gobiernos apoyados por la Unión Soviética cayeron uno tras otro, no podría ser más claro. Entendemos que el movimiento de oposición está “dividido, intimidado por el Estado e infiltrado por sus agentes”, y es “demasiado débil para explotar la frágil salud de Fidel Castro”.

Esto no es decir que las cosas siempre estarán igual en Cuba. Pocas personas creen que el señor Castro pueda retornar plenamente a sus actividades, como hizo después de desmayarse en 2001, o cuando se fracturó un brazo y una rodilla después de una caída hace dos años. Ciertamente, la economía ha ido mejorando ligeramente como resultado de los suministros de petróleo de Venezuela y las ollas y abanicos eléctricos de China. Pero para muchos cubanos la vida diaria sigue siendo una batalla. La austeridad continuará debilitando el respaldo al PCC. Sin el prestigio y carisma de Fidel Castro será más difícil mantener las cosas tan apacibles en el futuro. Pero el cambio va a tomar un largo tiempo.

Días oscuros en Brasil

Las fiestas de mitad de año terminaron y los que han estado regresando a Brasil esta semana encontraron un aire de tristeza que hacen juego con las nubes grises que cubren un frío Sao Paulo. Los sabios estaban de mal humor por las dos iniciativas de la semana del presidente Luis Ignacio Lula da Silva.

Una sería limitar la capacidad de las indagatorias del Congreso de exigir acceso a los registros bancarios, telefónicos y otros de los sospechosos. El gobierno ha sido llevado a casi una parálisis desde el año pasado por una serie de investigaciones, como esas por supuestos esquemas de compra de votos que se dice fueron ejecutados por asesores presidenciales.

Otra es la investigación de las acusaciones de que docenas de legisladores se enriquecieron mediante otro plan que implica ventas de ambulancias a las autoridades locales. Restringir el alcance de estas investigaciones pudiera tener sentido; neutralizarlas parece una cobertura.

La otra propuesta es para que una asamblea constituyente ponga en marcha la reforma política. La reforma es muy necesaria y enfrentaría una firme oposición en el Congreso. Sin embargo, los comentaristas detectaron rápidamente señales de “golpismo”. Si el gobierno puede esquivar al Congreso sobre este asunto, dicen, ¿por qué no en otros?

Sobre ambas iniciativas hay murmuraciones de que el presidente está conduciendo a Brasil hacia una dictadura electa, “a lo Venezuela” de Hugo Chávez. Esto probablemente sea una exageración. Pero las acciones sí parecen reflejar una sensación creciente de inquietud en la medida que se acerca la campaña para las elecciones de octubre.

Continúa la disputa por la pulpa

Hace dieciocho meses, el presidente Néstor Kirchner confundió a sus críticos con la negociación de un acuerdo abusivo de reestructuración de la deuda con los acreedores. Ahora, el estilo diplomático abusivo del líder argentino puede estar a punto de ganarle otra victoria: la disputa sobre las plantas de papel y pulpa con Uruguay pudiera estar inclinándose a favor de Argentina.

En la superficie, eso parece algo raro. Después de todo, la Corte Internacional de Justicia de La Haya falló que las plantas de pulpa en construcción en la frontera entre Uruguay y Argentina no causarán daños “irreparables”, un veredicto mucho más a favor de Montevideo. Estimulado por este éxito inicial, Uruguay ha presentado quejas en un tribunal del grupo de comercio regional, el MERCOSUR, que se espera emita su fallo a comienzos de septiembre.

Estos avances legales pudieran llegar a nada. Asustados por las protestas de los ambientalistas que tienen lugar en Argentina, los bancos parecen estarse enfriando con el financiamiento de los proyectos de papel y pulpa de US$1,7 millardos. Ya un banco, ING, de los Países Bajos, se retiró, aparentemente, por no estar dispuesto a verse atrapado en un proyecto tan delicado e incierto que ha generado una disputa internacional.

La Corporación Internacional de Finanzas, la rama del sector privado del Banco Mundial, puede prestar casi US$400.0 millones al proyecto de US$1,7 millardos, pero esos préstamos dependerían del resultado del estudio de impacto ambiental a finales de este año. Además, hay algunos informes de que ENCE, la compañía española que está construyendo una de las fábricas, está considerando abandonar el proyecto. Es casi posible que las presión del presidente Kirchner hubiera contribuÍdo a este cambio de actitud, después de que dos de sus ministros se reunieron con ejecutivos de ENCE durante el viaje reciente a Madrid. No se sorprenda si ENCE decide cambiar sus planes.

Las primarias de Venezuela

La fracturada oposición venezolana al presidente Hugo Chávez puede votar en las elecciones primarias el domingo próximo para seleccionar, lo que según esperan sus organizadores, un candidato único de oposición para las elecciones presidenciales de diciembre. Pero de nuevo, eso pudiera no ocurrir.

 “Súmate”, una agrupación no gubernamental de oposición que cabildea  a favor de elecciones transparentes y por la participación civil, ha dicho que está lista para organizar primarias el próximo fin de semana. Sin embargo, una facción clave de pretendientes de la dispersa oposición de Venezuela no le da mucho calor a la idea. Teodoro Petkoff, un ex guerrillero, y Manuel Rosales, gobernador del rico estado petrolero occidental de Zulia, acordaron a principios de año elaborar una candidatura única el viernes pasado, mientras que los sobre Borges y Rosales dijeron el fin de semana que arreglarían el asunto entre ellos en los próximos días. En ese caso, no tendrá ningún sentido celebrar elecciones primarias.  Pero, de nuevo, vemos que hay más de la pantomima tragicómica que representa la oposición política de Venezuela. En las últimas dos semanas, un nuevo elemento externo ha asumido el centro de la escena y ha arrojado al campo de la oposición un nuevo desorden: Benjamín Rausseo, un comediante más conocido como “El Conde de Guácharo”, propietario de un parque temático de la Isla Margarita.

VERSION: IVAN PEREZ CARRION

Publicaciones Relacionadas