CANCUN, México, Oct 21 (AFP) – La lenta velocidad del poderoso huracán Wilma, a 9 km/h, lo hace especialmente peligroso, advirtió este viernes el gobernador del estado mexicano de Quintana Roo, Félix González, mientras que en Cancún las lluvias eran abundantes y el viento crecía en intensidad.

   Wilma era de categoría 4 en la escala Saffir-Simpson según el último informe del Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Miami, con posibilidad de que se fortalezca antes de tocar tierra, lo que estaba previsto a media jornada de este viernes (hora local).

   «El ojo es enorme, lo que va a dar una aparente calma de 6-7 horas, es decir, va a haber la apariencia de que ya pasó el huracán, pero no es así», advirtió a la emisora Televisa el gobernador.

   Las autoridades municipales informaron que los vientos que se sienten ya en Cancún por momentos alcanzan hasta los 150 km/h, lo que hace aún más peligrosa la presencia de gente o vehículos en las calles.

   En recorrido por algunas calles del centro y en los primeros 5 km de la zona hotelera (de 28 km de largo), un equipo de la AFP constató inundaciones parciales en algunas calles, caída de árboles de mediano tamaño, algunos arrancados de raiz, así como media docena de señalamientos vehiculares que se vinieron abajo.

   En la isla de Cozumel y Playa de Carmen, lugares turísticos situados al sur de Cancún, el viento había hecho caer igualmente algunos postes eléctricos, según imágenes televisivas.

   «Luego de las once de la noche (04h00 del sábado) viene la parte de atrás del huracán, y son 5-6 horas de vientos continuos, equivale a como si simultáneamente tuvieras varios huracanes», explicó el gobernador.

   Las lluvias y los vientos podrían durar por lo tanto más de 24 horas, hasta el sábado por la mañana (hora local) de forma continua.

   «El huracán Emily (que afectó a Yucatán el pasado mes de julio) fue máximo de 4 horas, y aquí lo tendremos (a Wilma) cerca de 24 horas», explicó el gobernador.

   En total, más de 50.000 personas fueron evacuadas, de las cuales aproximadamente la mitad se encontraba ya en albergues y refugios, en los estados de Quintana Roo y de Yucatán, los que podrían resultar más afectados por la fuerza de Wilma.

   «La orden que hemos dado es que no salga nadie de sus casas, en (la isla de) Cozumel no puede salir nadie hasta que la policía avise que ya es seguro», explicó el gobernador.

   El número de personas alojado en los albergues del municipio pasó de 10.500 la noche del jueves, a 17.604, de los cuales 8.000 son turistas que fueron desplazados desde la zona hotelera, donde sólo permanecen algunas patrullas y dos elementos de seguridad por cada hotel.