Los trabajos de ampliación y reparación del Instituto de Señoritas Salomé Ureña están paralizados desde hace un año, mientras que los que se realizan en la escuela República de Argentina, también de la Zona Colonial, no avanzan desde noviembre del 2007.
Como explica el director del Instituto de Señoritas, contrario a favorecerles, el inicio de los trabajos de remodelación por la lentitud con que se desarrollan les ha perjudicado mucho.
Víctor Coats explicó que ello se debe a que se agudizó el problema de filtraciones que aqueja al plantel, al tiempo que dificulta la movilidad en varias áreas.
La institución funciona en una amplia edificación de 24 aulas que consta de área de gimnasio, laboratorio de Ciencias e Informática, en desuso; salón multiusos, biblioteca y dispensario médico, desmantelados; y para colmo sin personal de seguridad que cuide los bienes del centro.
Como agrega Coats, la seguridad está compuesta por tres mendigos que pernoctan en el edificio como guardas e inquilinos.
En varias ocasiones se ha interrumpido el servicio energético, debido al robo de los cables del tendido.
El docente sostiene que en medio de las graves precariedades, la infraestructura no se constituye en su dificultad fundamental, ya que hace dos años que no se imparte la materia de Informática por falta de nombramiento de un profesor; en tanto que para otras áreas la entidad flaquea de otros tres docentes.
La situación en la escuela República de Argentina, a pocos metros del lugar, también se presenta desalentadora ya que allí no se utiliza el salón de actos, ni laboratorio de Ciencias e Informática desde hace más de 15 meses. Mientras esperan la entrega de ocho nuevas aulas necesarias para albergar a la población estudiantil que acude al plantel en tres tandas.
La falta de facilidades sanitarias, también pendientes de término, provoca que la dirección del centro despache al alumnado hasta una hora antes de la pautada para la salida, bajo la lógica de que no se puede retener a casi 600 muchachos desde las 7:00 de la mañana hasta el mediodía sin baños apropiados.
Esto impide que se cumpla el calendario escolar.
El director, Felipe Santiago, manifestó preocupación por falta de un área de esparcimiento, ya que obliga a los estudiantes a recrearse en las aulas, en detrimento del mobiliario.
Zoom
Varias denuncias
Los directores de ambos centros coincidieron en que han agotado todos los medios posibles para que se atienda a las precariedades de las edificaciones escolares que dirigen. Además de cartas a distintas dependencias de la secretaría de Educación en las tres gestiones que se han sucedido últimamente, los maestros se han tornado a la comunidad y a los padres, apelando al sector empresarial y a las denuncias a través de medios de comunicación.