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La legalidad de la Dirección Central de Antinarcóticos de la Policía Nacional (Dican) debe ser evaluada, debido a que la Ley 58-88 sólo faculta a la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) para prevenir y reprimir el consumo, distribución y tráfico ilícito de drogas y sustancias controladas.
La afirmación corresponde a Servio Tulio Castaños Guzmán, vicepresidente ejecutivo de la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus), quien considera que para combatir ese mal se requiere de un cuerpo especializado en el que no haya presencia ni policial ni militar.
Explicó que esos conflictos institucionales se producen porque la ley es confusa y difusa y se corresponde con un momento en que el país solo era utilizado como puente de drogas, y no como consumidor, como ha pasado a ser.
El conflicto. Previo a la entrada en vigencia de la ley 50-88 las políticas antinarcóticos en el país estaban reguladas por la ley 168 del 12 de mayo de 1975, que facultaba a la Policía Nacional para velar por su cumplimiento.
La implicación del primer director del entonces Departamento de Drogas Narcóticas y Peligrosas de la Policía, coronel Aridio Descartes Pérez, y otros cinco agentes de la uniformada en la pérdida de 40 libras de marihuana, sumado a otros hechos similares dieron lugar a que ese departamento fuera eliminado y sus miembros pasaran a ser parte de la DNCD, con la entrada en vigencia de la ley sobre drogas vigente.
El Departamento de Drogas Narcóticas y Peligrosas de la Policía Nacional, pasa a ser dependencia de esta Dirección Nacional de Control de Drogas. Los oficiales superiores, oficiales subalternos y alistados, que en la actualidad prestan sus servicios bajo la dependencia del Departamento de Drogas Narcóticas y Peligrosas de la Policía Nacional, pasarían a ser miembros de esta Dirección Nacional de Control de Drogas, luego de la evaluación correspondiente, establece el artículo 10 de la citada ley.
A 20 años vuelve la PN. Pese a esta disposición, en febrero de 2008 el Consejo Superior Policial creó la Dirección Central de Narcóticos de la Policía Nacional, con la misión de enfrentar el microtráfico de drogas y crímenes conexos. Y bajo el argumento de que el agravamiento del problema de las drogas desbordaba la acción de la DNCD.
La nueva unidad antinarcóticos fue creada a unanimidad por el Consejo, que estuvo encabezado por Franklin Almeyda Rancier; secretario de Interior y Policía; el procurador general, Radhamés Jiménez Peña, y el jefe de la Policía, de entonces mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín.
Con esa disposición volvió la Policía Nacional a involucrarse en la persecución del narcotráfico y cobró mayor fuerza con la designación al año siguiente del mayor general (PN) Rolando Rosado Mateo frente a la DNCD quien, de inmediato, introdujo cambios en los que designó a policías en puestos claves.
Jefes antinarcóticos PN en escándalos
En lo que va de año, y a dos de que fue vuelta a crear la citada unidad, dos jefes y varios miembros de susmiembros se han visto envueltos en casos de narcotráfico, por lo que guardan prisión preventiva.
El 2 de octubre pasado el jefe de la Dican en Santiago, coronel Franklin Peralta, un subalterno de éste y 11 civiles fueron sorprendidos en una supuesta transacción de drogas y, según las autoridades, se daría tumbe a un agente de la DNCD. No apareció drogas, la DNCD incautó RD$114 mil y US$2,900.
Un mes y días después, el jefe en San Francisco de Macorís, mayor Miguel Rodríguez, fue apresado con 400 kilos de cocaína junto a otros cinco hombres, dos de ellos colombianos. En septiembre también fueron involucrados agentes de la Dican en la aparición de dos hombres decapitados en San Cristóbal por un supuesto tumbe de heroína. A raíz de esos hechos fue sustituido el jefe del Dican, Cesar Sena, y en su lugar se designó a Nélson Rosario.
Críticas a favor y en contra
Diversos sectores han sugerido que ese departamento vuelva a ser disuelto, sin embargo Rosado Mateo y el jefe de la PN, José Polanco Gómez entienden que por hechos con miembros no debe desaparecer, porque casos así se han dado también en otras instituciones.
