La ley entra por casa

<p>La ley entra por casa</p>

El Gobierno, que es el administrador del Estado, envía una mala señal cada vez que se aparta de las reglas establecidas para moderar su propia conducta.

En la elaboración del Proyecto de Presupuesto de Ingresos y Ley de Gasto Público ha consignado partidas que no se ajustan al mandato de leyes específicas.

Se alega esta vez que los recortes han sido impuestos por compromisos mayores asumidos ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), que incluyen un plan de austeridad, pero el argumento se desploma ante el hecho de que este tipo de violación no es de estos tiempos y se ha estado practicando por mucho tiempo.

Así las cosas, se violan las reglas al asignarles partidas inferiores a las que disponen las leyes en los casos del Poder Judicial, secretarías de Estado como Educación, los ayuntamientos, y así por el estilo.

Estos recortes vienen a producirse cuando el prestigio del país en materia de educación está siendo cuestionado por organismos locales e internacionales, y cuando se requiere dar solidez a la descentralización del Estado mediante la provisión de recursos suficientes a los gobiernos municipales.

De igual suerte, el recorte de la asignación del Poder Judicial coincide con la apremiante necesidad de afianzar los avances logrados con la reforma y mejorar los soportes de la administración de justicia.

– II –

Algo que resta méritos al argumento de la austeridad y los compromisos con el FMI de que se vale el Gobierno para tratar de justificar los recortes es que mientras se recorta por un lado en perjuicio general, se invierten más recursos y se procuran, inclusive, créditos para la construcción del Metro de Santo Domingo.

La explicación del Gobierno también resulta abatida por el hecho de que la rectificación fiscal y el establecimiento de un sistema de control de tributación por medio del Número de Comprobante Fiscal (NCF) garantizarán ingresos por encima de lo atribuido a los nuevos impuestos.

No hay manera de justificar que un Gobierno entre en contradicción con las reglas por las cuales tiene que regir sus actos y que, por consecuencia, provoque inconvenientes innecesarios.

La aprobación del Proyecto de Presupuesto de Ingresos y Ley de Gasto Público con escasas modificaciones, deja intacta la violación cometida por el Gobierno en cuanto a leyes muy específicas. Obra ha sido de la correlación de fuerzas en el Congreso, que da sólida ventaja al Gobierno.

Definitivamente, para que el Estado se organice y funcione en armonía es necesario que todos, empezando por el Gobierno, cumplamos y hagamos cumplir las reglas de juego que nos hemos dado.

Las violaciones de este tipo no deberían ser cometidas por quienes tienen la función de hacer respetar las reglas.

La ley entra por casa.

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