La ley que falta del sector energía

La ley que falta del sector energía

POR ROBERTO B. SALADÍN SELIN
A pesar de que la Ley de Hidrocarburos No.112 y su Reglamento, previó la creación de un fondo que se alimenta del diferencial de los combustibles, previéndose que éste llegaría en el año 2005 al 5 por ciento para incentivar el desarrollo de fuentes de energía renovables y de ahorro de energía, el proyecto de ley que cursa en el Congreso Nacional sobre esta materia, desde hace varios años, inexplicablemente, sigue estancado en la Cámara de Diputados, no obstante el interés de varios legisladores a ese respecto y de varias instituciones del sector público.

Por supuesto, que no se tiene la candidez de ignorar, los grupos de presión que se mueven alrededor del sector energía, pero después de la lucha de años para sancionar y aprobar la Ley General de Electricidad No.125-01 y su Reglamento, la Ley de Hidrocarburos No.112-00 y su Reglamento, como la Ley General sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales No.64-00, el complemento natural de esas normas para promover la creación de nuevas tecnologías energéticas, tiene que ser la Ley de Incentivo al Desarrollo de Fuentes Renovables de Energías. 

No hay que enfatizar, que ocupando el sector turístico la espina dorsal de la economía nacional como el principal generador de divisas, la cuestión fundamental de promover energías alternativas limpias, provenientes de recursos nacionales, debería constituir una alta prioridad, pudiendo al igual que otros países que compiten con la República Dominicana  en este sector, explotar como atractivo ecológico, el uso de energías limpias no contaminantes, lo cual no hay que dudarlo, contribuiría a maximizar el potencial de eco-turismo en nuestro país, un subsector aun virgen dentro del «nicho» del turismo.

Hay que reconocer sin embargo, que muchos son los esfuerzos que algunos diputados e instituciones como la Dirección de Energía  Alternativa de la Secretaria de Industria y Comercio, la Comisión Nacional de Energía y el INDOTEC, han venido desplegando para viabilizar la aprobación del proyecto de Ley de Incentivo al Desarrollo de Fuentes Renovables de Energía, con el apoyo inclusive de organizaciones como GTZ de Alemania, pudiendo destacarse que varios bancos comerciales del país, están a la espera de esa importante legislación para financiar proyectos vinculados con la energía solar, eólica y de otras fuentes renovables como  el alcohol, etc.,

El proyecto de ley en cuestión, tiene la estructura siguiente:  definiciones (Cap.1); alcance, objetivos y ámbito de aplicación (Cap.2); incentivos a la producción y al uso de energía renovable (Cap.3), abarcando éste la subvención por mérito, la exención de impuestos de importación, exención de impuesto sobre la renta por un período de 5 años, el incentivo fiscal a los autoproductores, sanciones, prioridad de despacho en el sistema eléctrico nacional interconectado (SENI) y mercado de los bio-combustibles (Cap.4).

En un país que sufre del «síndrome de los apagones» y todos los traumas que el sector energético le ha provocado a la nación, parecería que el Congreso Nacional, dentro de la actual legislatura que se inicio el 16 agosto, especialmente la Cámara de Diputados, debe abocarse de nuevo a retomar el proyecto de Ley de Incentivo al Desarrollo de Fuentes Renovables de Energías, para como lo expresa dicha legislación en su primer considerando, promover el equilibrio del desarrollo económico regional, rural y agroindustrial del país, mediante fuentes de energías renovables.

Dentro de un mundo, en que la producción de petróleo, es alrededor de 75 millones de barriles diarios, estimándose que hacia el 2015 rondaría los 90 millones de barriles por día, lo que se  especula, solo podría sostenerse por unos 30 años, hay que comenzar a curarse en salud y buscar otras fuentes de energías renovables, independientemente del peso sobre la balanza de pagos de la República Dominicana que tienen las importaciones de hidrocarburos. ¡Los legisladores tienen la palabra!

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