«La libertad de expresión en el arte es lo fundamental»

«La libertad de expresión en el arte es lo fundamental»

POR CLARA SILVESTRE
En sus obras manifiesta esa libertad de que habla y profesa, en una mezcla de expresión plástica que surge de un concepto claro, establecido y sustentado, por las usuales interrogantes y deliberaciones que se suscitan en todo el que asume la investigación y el conocimiento como parte de su vida.

En esa constante búsqueda han surgido temas, historias, fábulas, distintas o iguales, cotidianas o no, pero que de todas las maneras posibles forman parte esencial de la individualidad, así como del conjunto.

Los dibujos que presenta en la exposición titulada «Fábulas i. yo» nacen de un trabajo de impresión, con o sin tinta, que le permite formular composiciones en lo que reconoce como una especie de especulación gráfica realizadas sobre papel, lo cual luego genera una plancha de grabado con diversas texturas con líneas y relieves que le sirven de mancha para edificar sus trabajos.

Así es que habla de una fábula a partir de imágenes que van surgiendo en el proceso, en donde arma un discurso gráfico sobre esa mencionada especulación con el dibujo. Una serie de obras que presenta hasta el 23 de septiembre en la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode).

Al recordar que las fábulas tienen su moraleja, explica que le gustaría que la moraleja de este tiempo sea que el hacer arte no sea solamente para adornar un tiempo o un muro, sino adornar conciencias con valores positivos y trascendentes.

«El tema humano es consustancial a mi trabajo. Y creo que en el arte la libertad de expresión es lo fundamental, osea que cada etapa y cada artista ha manejado un código, una intención, una serie de símbolos de elementos o de imágenes que llevan correspondencia con lo que se quiere comunicar. Pero si lo que se realiza o pinta no parte de un principio fundamental que es la libertad, es una obra que nace sin espíritu, que nace muerta», dijo.

Gabino considera que la libertad es esencial para un artista. «Si en el arte no hay libertad de expresión no puede haber ningún recurso novedoso ni creativo, porque te tienes que ceñir a cosas ya preestablecidas, por lo que no hay ninguna vía de generar algo nuevo e importante, ni mucho menos para obedecer las instancias espirituales que es en mi caso, el llamado interior que me dice lo que debo hacer o con lo que me identifico y me interesa realizar».

Uno de sus sueños trascendentales como ser humano es que su hija esté orgullosa de él, y como artista que el arte no sea un adorno, sino que logre mayor trascendencia y que contribuya a que en la conciencia del ser humano se desarrolle la sensibilidad, a fin de humanizar al hombre. «Pero que llegue más lejos, que de alguna manera contribuyera al desarrollo, a sensibilizar, alertar y se identificara con causas nobles, sería un logro muy importante para mí, como persona y como artista, pero eso es como una ilusión o una quimera».

Pintor y poeta

Pero en ese artista entregado a su trabajo pictórico, vive de igual forma el poeta. De hecho, de estas obras salen poesía, una mezcla de todo que da como resultado una creación con gran espíritu.

Para Gabino resulta un desafío, en algo en lo que considera no hay tanto de racionalidad, pero si mucho de intuición, percepción, sensibilidad, «es un asunto de involucrarse en eso que es absurdo. Es como crear un orden en el desorden. Eso si lo ves en la etapa inicial, ves la mancha y es una locura, pero a partir de eso es que procuro que cobre forma y no quizás coherencia, porque eso no me interesa. La vida es una superposición de cosas absurdas y cosas fantásticas, y otras que son de carácter más racional, pero todo eso se superpone y se combina. Eso es el realismo mágico del que te hablé hace ya algún tiempo».

Su vínculo con el arte se descubre desde muy temprana edad, cuando dibujaba y ese tipo de ejercicio lo hacía encontrando formas en las nubes, y como explica, cuando utilizaba y restregaba carbón sobre una loceta o ladrillo mojado, lo que ponía en contacto con un papel y eso generaba una mancha en donde encontraba formas.

Dibujaba todas las revistas, muñequitos y todo lo llegaba a sus manos, pero también en la escuela era quien dibujaba el cuerpo humano, los mapas y todo lo demás. Ingresó a la Escuela Nacional de Bellas Artes ya cuando era bachiller, por lo que pudo paralelamente realizar la carrera de Arte Publicitario.

Luego fue becado para realizar una especialización en Artes Gráficas en Italia, lo que le permitió estar en contacto directo con obras maestras, museos y espacios que significaron para él un desafío. En la actualidad, Gabino Rosario está trabajando enormemente con el grabado, y ya tiene lista otra exposición. En la reciente Bienal Nacional de Artes Plásticas presenta una instalación que tituló En-Carnada. Actualmente dirige una Oficina Asesora de Proyectos de Artes Plásticas de la Secretaría de Estado de Educación.

Gabino ve con tristeza que mucha gente va a las escuelas y universidades a perder el tiempo, razón que lo llevó a cansarse de la docencia, porque a su juicio no se enseña o se aprende por obligación. Ahora bien, reconoce que le gustó durante mucho tiempo, y siente gran satisfacción cuando se encuentra con alumnos de hace 10 y 15 años y piensa que incidió en ellos de alguna manera positiva.

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