La Libertad se adquiere a través de la lectura

La Libertad se adquiere a través de la lectura

OLAUDAH EQUIANO, ESCLAVO Y ESCRITOR AFRICANO

Creo firmemente que la principal libertad que podemos lograr a través de la lectura es liberarnos de la ignorancia. La ignorancia permite situaciones terribles, incluyendo el que podemos perder nuestros derechos por, sencillamente, no conocerlos. Para entender mejor este punto les presentaré varios ejemplos: “En vista de que enseñar a los esclavos a leer y escribir tiende a excitar el descontento en sus mentes y produce la insurrección y la rebelión…”

¿De dónde proviene este texto? Así comenzaba la Ley del Estado de Carolina del Norte, en 1830, que prohibía dicha actividad bajo una pena de multas o cárcel a los hombres libres (el dueño de los esclavos también iba preso si incumplía la ley), y 39 latigazos a cada esclavo que se le ocurría tratar de aprender a leer.

El asunto luego se extendió por diferentes Estados. Algunos vulneraban esas normas. Les cuento sobre una de esas historias… “Un esclavo le habla al libro” es el título de la primera autobiografía de un esclavo, publicada en Reino Unido en 1770. Se trata de un esclavo llamado Gronniosaw.

El joven esclavo vio que su amo cogía un libro entre sus manos, abría el libro y empezaba a leer, pero él no sabía que eso se llamaba lectura, él pensaba que el libro de alguna manera le hablaba a su amo:

“Mi amo solía leer oraciones en público a la tripulación del barco cada domingo. Nunca había estado más sorprendido en toda mi vida como la primera vez que le vi leer, cuando vi que el libro hablaba a mi amo. Me resultaba extraño ver que lo miraba y movía los labios. Deseaba que me hiciera lo mismo a mí.

MALCON X

Tan pronto como hubo terminado mi amo de leer, le seguí hasta el lugar donde dejó el libro, lo abrí y acerqué el oído con grandes esperanzas de que me dijese algo, pero me quedé muy triste y decepcionado cuando vi que no me hablaba, y al punto me vino a la cabeza el pensamiento de que todos y todo me despreciaban porque era negro (Gronniosaw, 1770, p. 10).”

Veamos ahora, la interesante narración de la vida de Olaudah Equiano o Gustavus Vassa, el africano esclavo convertido primero en liberto, luego en esclavista y posteriormente en abolicionista. La película Amazing Grace trata sobre su vida. Este esclavo fue muy famoso. Realizó su autobiografía y vendió muchos libros. En su libro habla de algo que resulta impresionante:

“Recordé un pasaje que había leído en la vida de Colón cuando se hallaba en Jamaica entre los indios y en cierta ocasión los asustó contándoles ciertos sucesos que ocurren en el cielo. Adopté el mismo recurso, superando con creces mis expectativas más optimistas les dije que Dios moraba allá, que estaba enfadado con ellos y que si no paraban y se marchaban en calma cogería el libro —entonces le enseñaba la Biblia—, lo leería y le diría a Dios que los matase —a todos—. Como por arte de magia todo se solucionó (Equiano, 1789)”.

De esta manera, termino con estos ejemplos sobre la esclavitud y las terribles consecuencias que significaba no saber leer.

Pasemos ahora a otra época y sigamos con el tema lectura y libertad. Ahora les presento a uno de los líderes de los negros en los Estados Unidos, Malcolm X, orador, ministro religioso y activista, defensor de los derechos de la juventud llamada afro estadounidense, y a quien dirigió las siguientes frases: “Una de las primeras cosas que ustedes los jóvenes deben aprender a hacer es ver por sí mismos, escuchar por sí mismos y pensar por sí mismos”.

Y es que el que no lee estará expuesto a aceptar todo lo que le dicen por la televisión, la prensa amarilla, todo lo que le dice cualquiera que lo quiera manipular porque no están viendo por sí mismos, están viendo y aceptando a través del pensamiento ajeno. Malcolm X nos dejó la siguiente frase: “No se puede separar la paz de la libertad porque nadie puede estar en paz a menos que tenga libertad”.

Malcolm X en su adolescencia fue acusado de ladrón, traficante, proxeneta y fue puesto en prisión por siete años. Al ingresar a prisión él no sabía leer. En la cárcel había una biblioteca, y se auxilió para aprender de un compañero presidiario que sí sabía. Malcolm se dedicó a estudiar los diccionarios, página por página, palabra por palabra.

Entonces, pensó que el diccionario lo tiene todo porque a medida que avanzaba no solo aprendía, sino que se dio cuenta de que existía otro mundo fuera del que había vivido. Se dio cuenta que existen grandes autores y que él debía leerlos. Escribió en su autobiografía:

“A menudo he reflexionado sobre las nuevas perspectivas que me abrió la lectura. Sabía desde la cárcel que la lectura había cambiado para siempre el curso de mi vida. Tal como lo veo hoy, la capacidad de leer despertó dentro de mí un deseo latente durante mucho tiempo de estar mentalmente vivo (Malcolm X & Haley, 1965).”

Al pasar de los años, convertido en un político y orador destacado los periodistas al entrevistarlo le preguntaban que cómo era que él sabía tanto, que cómo hablaba tan bien; querían saber dónde había estudiado. Y él les respondía: “mi alma mater son los libros”. El texto se llama “Aprendiendo a leer” de la autobiografía de Malcolm X. Y dice:

“Libro tras libro me mostró cómo el hombre blanco había provocado sobre los pueblos negros, pardos, rojos y amarillos del mundo, toda variedad de sufrimientos y explotación. Vi cómo, desde el siglo XVI, el hombre blanco, llamado “comerciante cristiano”, comenzó a surcar los mares con su codicia por los imperios asiáticos y africanos, el saqueo y el poder.

Leí, vi cómo el hombre blanco nunca ha sido entre los pueblos no blancos, que llevan la cruz de la manera y el espíritu verdadero de las enseñanzas de Cristo, manso, humilde y semejante a Cristo (Malcolm X & Haley, 1965).”

Ahora vamos a entrar al tema de la “Revolución tecnológica”. Estamos en Cuarta Revolución Industrial. Hay libros y revistas electrónicas. Tenemos a nuestro alcance la biblioteca universal: Wikipedia. Contamos con múltiples bibliotecas y enciclopedias universales, hay millones de libros gratuitos a nuestro alcance. Enciclopedias como la Británica están a su disposición sin ningún costo. Podemos leer libros físicos o virtuales a través de la computadora, el iPad o el celular.

¿Qué mejor sitio para investigar que en Internet, donde se encuentra cualquier información en cuestión de minutos?

Hay libros para los no videntes a los que un dispositivo especial les permite leer a través de sus dedos; incluso, contamos con obras clásicas presentadas como dibujos animados para que los niños puedan verlas en el celular, puede ser un libro tan importante como Don Quijote. Tenemos que enfrentarnos a estos avances porque ya no hay marcha atrás. Ya están aquí y son nuestra realidad. Todas las joyas literarias de la humanidad existen tanto en físico como en digital.

Finalicemos el tema con las ideas de Michel Foucault sobre El orden del discurso. Este gran filósofo francés, dueño de una inmensa biblioteca, afirmaba que…

“En cualquier sociedad la producción del discurso es, a la vez, controlada, seleccionada, organizada y distribuida por medio de un cierto número de procedimientos que tienen la función de conjurar los poderes y los peligros de gobernar el evento aleatorio de esquivar la pesada y temible materialidad (1970, p.14).”

Entonces, debemos ser capaces de leer y discriminar sobre qué es verdad y qué es mentira; ¿Cuándo buscan manipularnos y cuándo no? Pero en nuestra búsqueda de libertad a través de la lectura los grandes escritores y pensadores de la humanidad nos guiarán, liberándonos de la ignorancia.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas