La limpieza profiláctica del buey blanco

La limpieza profiláctica del buey blanco

No hay dudas que el PRD, después de haber perdido las elecciones del pasado día 16, debe someterse a una profunda limpieza y a una reingeniería, destinadas a que pueda conservarse, bajo otras orientaciones, como el mayor partido de masas, para ver si en las próximas elecciones aprendió la lección de su derrota y esté en condiciones de hacerlo bien si es que llega al gobierno de nuevo.

Sin embargo, la cúpula del PPH, que controló al partido para las elecciones pasadas, no aprendió la lección de la derrota y no ha querido ver el profundo repudio popular que ha caído, y han preferido mantenerse prepotentes, y engreídos en sus posiciones, en buscar culpables donde no están para no admitir que ellos fueron los responsables del rechazo generalizado que la población demostró unitariamente el pasado día 16. Los pepehachistas han preferido echarle la culpa, en primer lugar a Hatuey De Camps, al cual supuestamente lo han expulsado del partido junto a otros seguidores de él y también a los legisladores que están pagando los platos rotos bajo la acusación de que no supieron capitalizar las «tremendas» realizaciones de Hipólito Mejía en sus provincias.

No hay dudas que la prepotencia y el hecho de buscarse lo mío a como diera lugar, aisló al gobierno del presidente Mejía en una burbuja esterilizada que les ocultó la verdad, ya que no querían asimilar ni reflexionar de como el pueblo se iba empobreciendo y disgustándose, que se manifestaba en los lugares públicos donde asistía el presidente Mejía o sus funcionarios. Tan sólo de mencionar su nombre se creaba una repulsa generalizada que alcanzó sus más altas expresiones en la Serie del Caribe de febrero pasado, y antes, en la celebración de los juegos Panamericanos de agosto del pasado año.

Si los mentores del PPH creen que podrán continuar utilizando al PRD como su arma de combate, y prepararlo para crear los enfrentamientos en las calles en contra del gobierno del PLD a partir de agosto, como es ya su costumbre de ser muy buenos en la agitación popular, se encontrarán de frente que hay dirigentes blancos que les duele el partido y de seguro iniciarán su rescate de los que fueron sus sepultureros el 16 de mayo.

La labor de reingeniería, para devolverle al PRD su gran aceptación popular, perdida después que las huestes del PPH lo diezmaron por el mal gobierno que realizaron, requerirá de que se despoje del populismo trasnochado que todavía exhiben algunos de sus dirigentes tradicionales de manera que se ocupen de renovar su dirigencia y a la vez insertar al partido en el mundo globalizado. Las confrontaciones comerciales son las que están a la orden del día entre naciones, y no de querer utilizar los recursos del Estado por un partido paternalista y dispensador de los recursos públicos, despilfarrándolos en planes sociales, supuestamente para combatir la pobreza. Esa supuesta lucha se transforma en fortunas de los que no son pobres. Y son lo que esperan que la futura administración peledeísta no les hurgue sus fortunas a la hora que se procede a adecentar y limpiar al Gobierno de las lacras de la corrupción.

Si el PPH todavía cree que puede actuar como quiso hacerlo con los recursos públicos, usados a favor de su candidatura reeleccionista, estará muy equivocado, aun cuando en estos 90 días al 16 de agosto puedan dilapidar recursos, no podrán evitar que se produzca un sacudimiento ético que saque del PRD a quienes lo utilizaron para los planes de satisfacer las necesidades de poder y de dinero.

La labor de reingeniería es profunda y delicada, ya que no solo requiere el concurso de los dirigentes locales de buena voluntad, y que demostraron entereza y no se doblegaron a los planes reeleccionistas del PPH, sino que deberán abrevar en las fuentes de los partidos socialdemócratas que los acompaña en la Internacional Socialista, que se han despojado de sus lastres ideológicos, para poder hacerle frente al desafío de la globalización, y a la vez, no sucumbir frente al amo imperial que extiende sus ramificaciones por sobre toda la Tierra y busca arroparla con su bandera de las barras y las estrellas.

El nuevo PRD, que surja como el ave fénix de sus cenizas, deberá asimilar lo que han hecho los socialistas españoles para volver al poder, y darse cuenta, que el populismo, está descartado por el valor que se requiere para sacar al país de la pobreza, y que si bien estará en el poder un partido hermano pero distanciado ideológica y estructuralmente, podría ser el PRD una oposición responsable para ayudarse a retaurarse del descrédito en que cayeron por obra y gracias del PPH, que cavaron la tumba política de Hipólito Mejía y de otros dirigentes cegados por el poder.

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