La locución tras la caída de “El Jefe”

La locución tras la caída de “El Jefe”

Con la muerte del dictador  Rafael  Leónidas Trujillo Molina, la locución en el país experimentó grandes cambios, no sin antes atravesar momentos muy tensos en el trayecto hacia la democracia.

Muchas fueron las voces que a través del micrófono  jugaron papeles vitales en la metamorfosis social colectiva a partir de 1961.

Una de estas voces fue  la de  María Cristina Camilo, locutora que  entonces laboraba en  el Palacio Radiodifusor La Voz Dominicana, y que   vivió para recordar cada uno de esos segundos históricos, junto a otros colegas. 

“Cuando mataron a Trujillo, los locutores de La Voz Dominicana de esa época eran  Pedro Pérez Vargas,   José Antonio Núñez Fernández, Julio César Féliz,   Jesús Torres Tejeda, Bruno Pimentel, Luis Acosta Tejeda (cubano)”, cuenta  Camilo, quien entró a trabajar el 15 de septiembre de 1949, año en que  todavía la emisora se llamaba La Voz del Yuna.

“Se pasaron muchos sinsabores en esa época, había momentos en los cuales uno tenía miedo de perder la vida,  y los locutores tuvieron un gran papel que desempeñar. Había represión y uno tenía que cuidarse, porque no se sabía quién era quién. Uno se ceñía exclusivamente a lo que le daban a leer, era algo que se hacía bajo la presión de no saber si estaba haciendo bien o mal”, explicó.

De  dictadura a democracia.  Según narró la profesora de generaciones en la locución, en el momento de transición la tensión se podía palpar y cada locutor tuvo que definir su camino político por obligación.  “Llegó el Partido Revolucionario Dominicano en junio del 61 y trayendo el choque, cada locutor se tuvo que definir, si estaba con los remanentes de la dictadura o si con los aires de  libertad”. En esa época fue cuando el joven José Francisco Peña Gómez, que había pertenecido al staff de La Voz Dominicana, trató de que todos los locutores que tenían ideales libertarios se sumaran al PRD. “Muchos fuimos y otros se quedaron encasillados en lo anterior”.

La experta del micrófono y actriz indicó que es con la  celebración de las primeras elecciones libres, el 20 de diciembre de 1962, en la cual resultó ganador el profesor Juan Bosch, que  se comenzaron a respirar los aires de la libertad. “Los locutores estábamos siempre en la mirilla, porque éramos las voces que difundíamos las noticias y hacíamos comentarios de lo que en verdad sucedía”.

Para ella la libertad era algo desconocido y ante el estallido social  muchos actuaron desproporcionadamente.  “Yo no conocía libertad, porque me formé bajo la dictadura de Trujillo, pero te puedo decir que muchos tomaron el libertinaje. Sin embargo, nosotros los locutores nos mantuvimos siempre firmes, tomando muy en serio nuestro papel como difusores”, destacó.

El staff de locutores.  El equipo  de locutores de La Voz Dominicana jugó un papel muy importante, motivando al pueblo a ser libre. En el libro “Por amor al arte”, de Arístides Incháustegui, en la página 197 aparece una lista con  los  siguientes nombres: Fidencio Garris, Homero León Díaz, Frank Arredondo, Julio César Félix, Manuel Ruiz Bastardo, Tomás Reyes Cerda,  Max Reynoso, Pedro Pérez Vargas, República Bernardino, Fabián Damirón,  Lincoln Guerrero, José Antonio Núñez Fernández, Francisco Grullón Cordero, Jaar Ferreira, Furcy Taveras, Hugo Gómez Bautista y en el departamento deportivo, Félix Acosta Núñez, Mario Alvarez Dugan, Luis Rafael Díaz (Lilín), y la propia María Cristina Camilo, entre  muchos otros. 

El director de La Voz Dominicana era Abraham Santa María Demorizi y su dueño, José Arismendy Trujillo Molina (Petán).

Un cambio en la música.  Se excluyeron los merengues alusivos a la exaltación al ajusticiado dictador y se comenzaron a poner canciones  de todos los países. Obviamente la entrada de  estaciones de radio del  extranjero  contribuyó con el cambio dramáticamente. “Se comenzaron a escuchar emisoras de otros países. La música cubana básicamente era la que más sonaba”, recuerda María Cristina, y al referirse a las estaciones de radio locales dijo que “había varias, pero no como hay ahora”.

Las que más se oían, aparte de La Voz Dominicana, la más potente, eran HIZ, Rahintel HIN, Onda Musical, Radio Guarachita y también Radio Clarín, que era de las más fuertes a favor de régimen, pero con el cambio,  todas comenzaron a difundir noticias mundiales. Para la veterana locutora nativa de San Francisco de Macorís, ese cambio fue el antes y el después de la radio, lo cual califica de “maravilloso”.

“Cuando llegó la libertad, que nosotros podíamos expresar si estábamos de acuerdo o no con algún tema, fue una diferencia abismal”, afirma.

El derrocamiento de Bosch.  Todo marchó bien por siete meses, pero con el golpe de Estado al  profesor Bosch,  regresó el  oscurantismo para los profesionales del micrófono. “Ahí se perdió la libertad que tanto disfrutamos. Los remanentes de la Era de Trujillo quisieron retomar y muchos se quisieron escudar. Hasta que llegó la revolución”.  Cuenta que para la  Revolución del 65, La Voz Dominicana fue intervenida, los locutores tuvieron que asilarse. “Muchos se fueron al lado constitucionalista  y jugaron un papel brillantísimo para la historia al lado del pueblo, en ese 24 de abril”, expresó con gran emoción Camilo.

Animación y preparación. A la generación de  locutores de  1961 se le enseñó  a comportarse ante el micrófono y ante el público. Mucho respeto al público y, sobre todo, al idioma. “En nuestra época tú no escuchabas a nadie decir palabras soeces, no se escuchaban insultos, todos  hacíamos presentaciones serias. Aún los humoristas se cuidaban”, destaca María Cristina.

En su época de aspirante a locutora  tuvo que pasar tres años asistiendo a clases de lunes a viernes de 8:00 de la mañana a 12:00  del mediodía  en la escuela Héctor J. Díaz.

“Los profesores eran catedráticos de la universidad y la preparación era rígida. Se nos exigía al equipo  de locutores un horario riguroso, uno solo salía a almorzar. Se nos daban materias como moral y cívica, historia, geografía del país y universal, literatura, ciencias del arte, modales, como vestir para cada ocasión, etc”, recordó.

Noticieros y comentaristas.  El profesor Juan Nova Ramírez,  da algunas pinceladas de la época. “Hablando de estilos, eran muy diferentes a los de hoy, porque era otro tipo de ordenamiento de trabajo, pues  se entendía que la preparación debía ser superior”, dice con su inconfundible voz mientras rememoraba los momentos.

“Comencé en el año que mataron a Trujillo, pero era muy joven. Hubo una especie de destape en el campo de las noticias y la comunicación. Y ahí vinieron algunos elementos que se conjugaron para que la radio tomara rápidamente una fuerza determinante”, narra Nova Ramírez, quien para la caída de “El Jefe” laboraba en Radio Cristal y Radio Comercial. Aunque  muy novel en la cabina, Ramírez  hizo mención de Luis Acosta Tejeda, Luis Armando Asunción, entre otras voces y profesionales, de los cuales aprendió.

“La competencia era tórrida en el aspecto de los noticieros, específicamente entre Noti-tiempo de Radio Comercial y Radio Mil Informando de Radio Mil. Los comentaristas de la época eran personas  con voces responsables como Salvador Pitaluga Nivar y el doctor Puello Báez”.   Además recuerda que tras la caída de Bosch y la revolución de abril, tomó fuerza el doctor J. A. Bruno Pimentel, quien se destacó por sus breves y atinados comentarios.

Zoom

Juan Nova Ramírez

El profesor  de todos

Inició en programas culturales y colocando música para mas adelante cruzar a las noticias. Este  hombre de la comunicación recuerda que los locutores de antes debían al momento de presentar una canción se  mencionaba el título de la canción, el autor, el nombre del cantante y hasta el arreglista, cosa que no sucede hoy. “Usted oye que los locutores dicen muchas cosas pero no dicen nada sobre el tema”. En la actualidad Nova Ramírez es profesor de aspirantes a locutores.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas